10 noviembre 2006

BARRY LYNDON - Stanley Kubrick




               Luego de su eterno proyecto inconcluso  de la vida de Napoleón se decide por una película del mismo estilo y época. Ese fue el verdadero germen e inspirado en obras pictóricas del mismo período para su estetica, devino en la gran Barry Lyndon.

          Realizada en Inglaterra, Irlanda y Alemania fue el mayor fracaso económico de cualquiera de sus películas debido a las críticas negativas que suscitó, incomprendida como casi todas las del realizador, convertidas automáticamente en clásico diez años después.

          Aquí comenzaron las famosas habladurías en torno a los métodos de filmación de SK. Un extenuante rodaje de 300 días a lo largo de dos años. Filmada en nochebuena sin vacaciones para el equipo técnico, una manera de encarar el trabajo rozando la esclavitud. Excesos de un director como realizar 25 tomas o más de cada escena que ya eran habituales.

         Rodar en interiores con la luz de las velas fabricadas especialmente como las mismas de la época del film, problemas con las locaciones porque todo debía encontrarse a solo kms. de su propia casa, fastuosos decorados y vestimenta, exigencias y mala fama del film antes de su estreno comercial.




CRÍMENES Y PECADOS DE BARRY


          Después de la punzante La Naranja Mecánica -realizada cuatro años antes-, se esperaba ésta con otro ánimo. Barry Lyndon nos lleva a las películas de época, con los fastuosos decorados y vestimenta, siendo anodina por momentos comparada con su antecesora, pero sin ningún fotograma de más resultando una adaptación cabal del libro.

La belleza de sus imágenes no es decorativa ni preciosista como le critican, y el ritmo es bastante difícil de lograr en un film realista y al nivel de minuciosidad de Stanley, sin límites en cuanto a la duración de una escena.


El inicio con el duelo es un fotograma de una belleza pocas veces vista. Tanto como su banda sonora, donde el tema principal Sarabande de Handel, da escalofríos por su profundidad. Como en 2001, hay largas escenas sin diálogos -como el exquisito encuentro en un balcón- para que uno logre imprimir sus pensamientos y emociones.

          Ganadora de cuatro oscars solo en rubros menores, se le reprocha a Kubrick no haber elegido correctamente el papel protagónico, esta vez en manos de un notablemente sobreexigido Ryan O'Neal.

Actuación forzada al promediar la película, bien en su primera parte siendo ésta, más relajada y distendida. Quizá falto de carácter para una segunda parte mucho más grave y dramática, aunque su labor en perspectiva es correcta y no empaña los méritos del film.


          SK entre otras cosas, es un gran director de actores y logró con Ryan llevarlo a un punto de exigencia con naturalidad y decoro. Airoso con lo justo, Kubrick tomaría nota del ganador del Oscar de ese año, Jack Nicholson, para su próximo film El Resplandor.
     Barry Lyndon: otra obra maestra de Stanley Kubrick y van...



          "Los actores son, básicamente, instrumentos generadores de emociones. Algunos siempre están dispuestos y bien afinados, mientras que otros alcanzan un gran nivel de calidad en una toma y por mucho que lo intentan, son incapaces de repetirla."
Stanley Kubrick

4 comentarios:

  1. que sorpresa me llevé con este film... Creí que iba a ser un bodrio, pero es simple y hermosa, y a mi entender sería una excelente pelicula muda... sostenida solo por musica e imagenes

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