VAN GOGH: sus cuadros y citas a su obra

          El pintor de los pintores según palabras de Artaud. Desde su irrupción, solo los españoles Picasso y Dalí rivalizaron en fama. Pero el señor Vincent sigue siendo quizás el más grande.

           También fue un artista maldito. Como Kafka o Beethoven genios que modificaron con su arte el género que transitaban pero sin tener mucho éxito en su vida personal.

         Maldito por su ser ermitaño, por falta de clamor popular (se dice que vendió solo un cuadro en vida) y por su propia desesperación y locura. Aunque quien sabe si su arte hubiese cambiado al ser el entorno diferente.

         Genio sin igual, el único holandés pasional que conozco. Dejemos que sus propias palabras y las de los criticos lo definan mejor.

"Esto es lo que aquí llaman un "café de noche"... Los vagabundos nocturnos pueden encontrar asilo aquí cuando no pueden pagarse un alojamiento o cuando están demasiado borrachos para que los admitan en otro lugar. En mi cuadro Café de noche he intentado expresar que le café es un lugar en el que uno puede arruinarse, volverse loco, cometer un crimen. Finalmente he buscado, a través de los contrastes entre rosa suave y rojo de sangre y vino, los verdes claros Luis XV y Veronés en contraste con los verdes amarillentos y los verdes azulados duros, crear una atmósfera de horno infernal, de azufre desvaído, para expresar el poder de las tinieblas de un tabernucho." 

Cartas a Theo

"Se dice -y yo así lo creo- que es difícil conocerse uno mismo; pero tampoco es fácil pintarse a uno mismo. En este momento trabajo en dos autorretratos, a falta de otro modelo, me pinto a mí mismo." 

Cartas a Theo

"...la caja de colores apenas era suficiente para contener todos sus tubos apretados, que nunca cierra, y a pesar de todo este desorden y todo este embrollo, un todo brillaba en su tela; en sus palabras también. En su cerebro holandés ardían Daudet, Goncourt, la Biblia. En Arlés, los muelles, los puentes y las barcas se convertían para él en Holanda. Se olvidó incluso de escribir en holandés..." 

Paul Gaughin, Antes y después, París 1923

"Es un hiperestésico (hipersensible), de clara sintomatología, que percibe con una intensidad anormal, quizás hasta dolorosa, los imperceptibles y secretos caracteres de las líneas y de las formas, pero aún más los colores, la luz, los matices invisibles en las pupilas sanas, las mágicas irisaciones de las formas. He aquí la razón de su particular realismo, propio de un neurótico, y por qué su sinceridad y su verdad son tan diferentes del realismo, de la sinceridad y de la verdad de esos grandes pequeños burgueses de Holanda, tan sanos de cuerpo, tan bien equilibrados de espíritu, que fueron sus antepasados y sus maestros." 

Albert Aurier, crítico de Le Mercure de France

Gauguin me dijo el otro día que había visto un cuadro de girasoles de Claude Monet, en un gran jarrón japonés muy bonito, pero que le gustan más los míos." 

Cartas a Theo

          Las luces de la ciudad se reflejan en largas hileras sobre el Ródano y las estrellas brillan como aureolas en el cielo nocturno. La noche aparece como un relieve en verde y azul. La combinación de colores es impactante, siempre realzado por su color preferido el amarillo, presente hasta en sus cuadros -bastante escasos- nocturnos. La pareja en el borde inferior es un raro detalle común en sus obras.

          Sombríos y luminosos, depresivos y bellos, así veo a los cuadros del genial Van Gogh.

         Van Gogh ensambló las pinceladas autónomas carentes de contornos para crear uno de sus cuadros más expresivos. El cielo y la tierra se mueven para encontrarse y, a pesar de los colores tan contrastados, los cuervos negros aseguran la unidad de esta pintura de una "tristeza y soledad infinitas".

          Pocas veces Van Gogh pintó un paisaje con una carga simbólica tan evidente. (Presunto último cuadro de Van Gogh, realizado 2 días antes de su disparo en el pecho).

"Lo que más me sorprende en Van Gogh, el más pintor de los pintores, es que, sin apartarse del tubo, del pincel, del encuadre del motivo y de la tela sin recurrir a la anécdota, al relato, al drama, a la acción con imágenes, a la belleza intrínseca del tema y del objeto, llegó a infundir pasión a la naturaleza y a los objetos en tal medida que cualquier cuento fabuloso de Poe, de Melville, de Hawthorne, de Nerval o de Hoffmann, no superan en nada, dentro del plano psicológico y dramático, a sus telas de dos centavos...

Antonin Artaud, "Van Gogh, el suicidado por la sociedad"