BORAT

          Sacha Baron Cohen, el humorista inglés de ascendencia judía popular por su anterior personaje Alí G (un rapper homofóbico dueño de un film también, el chofer de Madonna en su video Music), compone a un falso periodista de un país real (Kasajistán), que mediante su incompetencia y simpatía ridiculidiza a la sociedad americana (¿los yankis no son los únicos con defectos no?).

          Borat es una comedia desaforada en forma de documental, inconexa por momentos (debido a sus muchos excelentes gags sueltos), con un ritmo que no decae y estéticamente... muy fea (con similitud a las famosas y pesadas cámaras ocultas).

           Divierte por su humor políticamente incorrecto y por el encanto bizarro del dúo protagónico, el gordo productor y la simpatía de Borat. Es más, debido a las actuaciones nunca se sabe a ciencia cierta cuales son sus partes no guionadas.

          Imposible contar sus gags, le quitaría encanto y harían aburrida esta propia reseña. Tampoco voy a señalar los comentarios racistas de la gente estadounidense (que en el caso de la gente del rodeo y de los religiosos da vergüenza ajena). Allá ellos con sus pensamientos. Molesta a todos por igual, sin diferencia de clases, y uno de sus blancos preferidos son los judíos siendo él mismo uno de ellos.

         Hilarante y rara, Borat es el hermano menor de las pelis de Michael Moore, pero vendría a ser el hermano con onda. Ya saben, si les gusta el humor pensante y son de mente abierta, no se la pierdan.





          Imposible no agregar un par de fotos de Pamela Anderson que es el objeto de deseo de Borat y protagonista virtual del film.