HELLBOY 2 y el ejército dorado - Crítica

         En Hellboy 2 está todo lo que se puede pedir en el género por la calidad de sus participantes. Guillermo Del Toro ha consolidado un estilo único, reconocible y querible.

         Gran personaje con características que lo hacen diferente al súperhéroe promedio (¿el mejor junto a Batman y Wolverine?). Acción y humor balanceada (más que en la primer entrega) y los clásicos buenos efectos especiales.




         Como me sucedió con Meteoro, el disfrute del film me dejó con culpa como si mi fanatismo nublara a mi visión crítica (cosa que no me permití con la última Batman). No me termina de convencer una trama de aventuras demasiado simple, accesible, tan entretenida como vacua que me hace dudar de la real valía de la película.

          Pero Hellboy 2 no decepciona de ninguna manera. Todo lo discutible del film se suple con agilidad, personajes ricos y un diseño artístico (escenarios, fotografía, música y demás), creativo e inigualable.



         Los decorados vacíos del comic creado por Mike Mignola dejan paso a unos escenarios recargados que la hacen mas fantástica, irreal y afín al director. Es verdad que la feria de trolls parece sacada de la galería de la primer Star Wars pero no es esto un defecto, al contrario, mejora al original. Los personajes son de un diseño exquisito, similares a lo demostrado en su gran anterior obra llamada El Laberinto del Fauno.

         Ron Perlman ya se ha convertido en la piel misma de este diablo rojo y también, en un actor de culto. Imposible no ya tercera parte sin él, sino imposible Hellboy sin su presencia.

          La labor de Doug Jones al frente de tres personajes en el film también es elogiable y su Abe Sapien creció hasta ser el real segundo protagónico.



        Se sigue hablando de la aceptación del diferente de forma leve, quedando por detrás de la relación amorosa de la pareja protagónica. Esto hace crecer a los personajes, un poco "duros" en la original y fuerzan los momentos cómicos entre Hellboy y su amigo pez (una escena en particular es logradísima a pesar del tema de fondo espantoso de Barry Manilow).

         No podía faltar el cameo de Santiago Segura (como en Hellboy y Blade 2), la fotografía de Guillermo Navarro es impresionante y Danny Elfman a cargo de la música pasa desapercibido, sin las grandilocuencias de los trabajos con su socio Tim Burton.





        Se disfruta casi tanto como para tapar las falencias que comentaba al principio. Seré nomás entonces fan del personaje y del director como para pasarlo por alto y definirla como una muy buena película de comic. 

        Ver el corto del inicio, un mini film en sí mismo, la pelea callejera con el vegetal gigante o la entrada fabricada con un hombre de piedra al final para soñar que es el hombre indicado para darle vida al próximo Tolkien.

"No me molesta para nada las 6 horas promedio que se tarda. Maquillarme y transformarme en Hellboy es convertirme en alguien mejor."

Ron Perlman