Uno pensaría en otras bandas “importantes” como para hacer esta elección, pero este show-película es el más redondo, fílmico, intenso y fascinante que se haya filmado, mostrando el mejor momento del talentoso Byrne liderando a sus cabezas parlantes.
Tres conciertos en Hollywood bastaron en el año 1983 para tener material suficiente y realizar este film, donde David Byrne ideó todo un show a manera de un story board (hizo todo el show dibujado y coreografiado!) y donde la puesta en escena es la gran estrella por la manera brillante de incorporar nuevos elementos hasta con pereza (músicos, decorados, luces, los propios asistentes), haciéndolo entre tema y tema y convertir además en una verdadera película a tan solo un simple recital de música. Pero qué show.
El escenario es tan funcional y mágico como ascético y cinematográfico. David se mueve con la confianza de tener todo dominado por sus canciones, en un aparente ir de menor a mayor, aunque nunca decae el nivel compositivo por estar la banda en uno de sus mejores momentos creativos. Ese icónico traje gigante de oficinista, una idea tan sencilla como inolvidable al recordar el show, complementa y refuerza la idea.
El logro también es en parte de su director Jonathan Demme (El Silencio de los inocentes, Filadelfia) que hace físico y palpable el movimiento grupal (músicos y asistentes) sin perder detalle y sabiendo interpretar la idea madre del líder musical. Plataforma para luego convertirse en un gran director. Funkys como nunca, los Talking Heads suenan monolíticos y con un groove que debe mucho a los integrantes negros de la banda, anexos visibles y lógicos para la pulsión rítmica que quisieron y que supieron lograr.
A partir de su mitad, el film deja su aspecto de big-videoclip para seguir las peripecias del verdadero motor vital: el robótico líder, que se las arregla para ser genio y figura sin ser ni de cerca un bailarín (re rústico!), ni tener una gran voz, ayudado con presición rítmica del tándem sónico del bajo y la batería (matrimonio en la vida real).
Inclusive esta pareja y para matizar, incluyen un tema (Genius of love) de su propia banda paralela llamada Tom Tom Club, que vendían mas discos que los propios Heads!
La licencia es que no es un show “de corrido” (necesitan una cierta preparación entre canción y canción) y que hay varias sobregrabaciones “escuchables” en estudio, que no minimizan el compacto resultado final. La banda es una influencia visible en la música inglesa actual, en un abanico desde los Pixies hasta los Artic Monkeys.
Hoy Byrne es un cazatalentos étnico y un poco snob (mas original y simpático que Peter Gabriel eso sí) y que despunta el vicio con discos como los nuevitos junto a Brian Eno y otro junto a Fatboy Slim. Sus compañeros hoy… son invisibles.
A fin de cuentas y luego de 27 años, Stop Making Sense sigue siendo (quizás junto al también genial Sign of The Times de Prince), el mejor show filmado de la música contemporánea.
Tres conciertos en Hollywood bastaron en el año 1983 para tener material suficiente y realizar este film, donde David Byrne ideó todo un show a manera de un story board (hizo todo el show dibujado y coreografiado!) y donde la puesta en escena es la gran estrella por la manera brillante de incorporar nuevos elementos hasta con pereza (músicos, decorados, luces, los propios asistentes), haciéndolo entre tema y tema y convertir además en una verdadera película a tan solo un simple recital de música. Pero qué show.
El escenario es tan funcional y mágico como ascético y cinematográfico. David se mueve con la confianza de tener todo dominado por sus canciones, en un aparente ir de menor a mayor, aunque nunca decae el nivel compositivo por estar la banda en uno de sus mejores momentos creativos. Ese icónico traje gigante de oficinista, una idea tan sencilla como inolvidable al recordar el show, complementa y refuerza la idea.
El logro también es en parte de su director Jonathan Demme (El Silencio de los inocentes, Filadelfia) que hace físico y palpable el movimiento grupal (músicos y asistentes) sin perder detalle y sabiendo interpretar la idea madre del líder musical. Plataforma para luego convertirse en un gran director. Funkys como nunca, los Talking Heads suenan monolíticos y con un groove que debe mucho a los integrantes negros de la banda, anexos visibles y lógicos para la pulsión rítmica que quisieron y que supieron lograr.
A partir de su mitad, el film deja su aspecto de big-videoclip para seguir las peripecias del verdadero motor vital: el robótico líder, que se las arregla para ser genio y figura sin ser ni de cerca un bailarín (re rústico!), ni tener una gran voz, ayudado con presición rítmica del tándem sónico del bajo y la batería (matrimonio en la vida real).
Inclusive esta pareja y para matizar, incluyen un tema (Genius of love) de su propia banda paralela llamada Tom Tom Club, que vendían mas discos que los propios Heads!
La licencia es que no es un show “de corrido” (necesitan una cierta preparación entre canción y canción) y que hay varias sobregrabaciones “escuchables” en estudio, que no minimizan el compacto resultado final. La banda es una influencia visible en la música inglesa actual, en un abanico desde los Pixies hasta los Artic Monkeys.
Hoy Byrne es un cazatalentos étnico y un poco snob (mas original y simpático que Peter Gabriel eso sí) y que despunta el vicio con discos como los nuevitos junto a Brian Eno y otro junto a Fatboy Slim. Sus compañeros hoy… son invisibles.
A fin de cuentas y luego de 27 años, Stop Making Sense sigue siendo (quizás junto al también genial Sign of The Times de Prince), el mejor show filmado de la música contemporánea.
Ok, lo voy a bajar solo porque me convenciste con lo de: "suenan monolíticos y con un groove que debe mucho a los integrantes negros de la banda"
ResponderBorrarjlg
No sé si el mejor pero uno de los mejores sí. El disco en directo que sacaron después me encanta y el "Remain in light" es uno de mis discos favoritos ever.
ResponderBorrarUna auténtica gozada. Fueron y son uno de mis grupos favoritos.
ResponderBorrarSaludos y besos.
Joe no te vas a arrepentir!
ResponderBorrarno tengo la discografia pero me gustaria Outsider...
Coincidimos Lula entonces...
salu2 a todos...
Hola. Muy buena entrada, aunque tiene 2 años....Cómo puedo descargarlo?
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