DAFT PUNK - Electroma

          Daft Punk siempre propone algo diferente para que trabaje nuestra mente artística. Toda su obra musical remite a la vanguardia, a lo distinto, a buscar una evolución bien entendida. Esa búsqueda hizo que realizaran una cantidad de las mejores imágenes en forma de clips de los últimos años (perros humanos, historia del tomate(?), baile de momias y robots), sumado a un exquisito film de animación llamado Interstella 55 que acompaña y agiganta a Discovery, un disco entrañable, exquisito.

          Su glamour lo trasladan al vivo brindando shows en estadios a la manera de Dj’s futuristas, extraño pero no tanto como este film Electroma, cautivante y de difícil encasillamiento empezando por su duración de apenas una hora, más cerca de un mediometraje que de una película standard.

         Comienza como road movie para virar a protesta de discriminación y culmina como una historia de amor entre robots. Todo es posible en el mundo Daft Punk. En cuanto a influencias toda filmación de ciencia ficción que contenga interiores luminosos y sépticos, música clásica y una presunta “lentitud” fílmica se asemeja al cine de Kubrick.

         El tema de la discriminación viene marcado por la propia historia de esta pareja, dos franceses solo reconocidos por sus cascos, una declaración de principios en el actual mundo del espectáculo donde todos quieren sobresalir a cualquier precio y manera. La vuelta de tuerca de pretender ser humanos en la película suena tan lógica como sorpresiva.

        Contrasta la modernidad del pueblo robot con la sencillez de los elementos utilizados como el auto vintage del comienzo (con el irónico “Human” de la patente), incluída la ciudad de California.

          Otro acierto es no usar su propia música como banda sonora, sino sería todo un gran chiste de estilo o como un video clip gigante que opacaría el logro conseguido con el sonido combinando silencios e imágenes adictivas con temas de distintas épocas (Marvin Gaye, Brian Eno, Brahms). Destinada a los ciclos de arte o festivales, demuestra la fuerza creativa con su propio estilo: minimalismo al extremo, sin diálogos y con excelente estética y mejor banda sonora.

         Ojalá que a partir de esto además de buena música sigan haciendo cine también.