Papá Noel

          Creo que mi mayor decepción fue con el gordito Papá Noel. Sino imaginate que estoy haciendo una entrada sobre él en el mes de Abril (?). 

No recuerdo que le pedí ese año del quiebre pero seguramente por la edad fue un juego de química para hacer una bomba atómica o el auto de Meteoro en tamaño real o un unicornio o esas cosas imposibles que uno pide de chico cuando le dicen:

"Pedí lo que quieras que si fuiste bueno durante el año, Papá Noel seguro te lo va a traer." 

La emoción al otro día a la mañana es indescriptible (única vez que uno siendo chico se levanta a la mañana por sus propios medios).

También así de grande fue la desilusión que me llevé al ver al comienzo de la escalera (es obeso pero sube las escaleras), apoyado en la pared mi regalo tan esperado: un arco y dos flechas en un pack con bolsita transparente. Es como si lo estuviese viendo...

No solo me ofendí porque el gordo me tomara como un indio (que lo era), sino que las flechas no tenían punta (quería matar o hacer daño a algo en ese momento) y terminaban en una sopapa negra que no pegaba en ninguna pared de la historia de la vida misma.

          Luego al otro día y para completar la decepción, algún compañero de colegio de esos que nunca faltan va y te dice que sos un taradito por creerte esa mentira gigante y uno indignado va con su mamá a pedirle explicaciones (papá sabemos que no existe nunca para estas cosas) o solo para que te de la razón y no, resulta que uno sí es el idiota por haberse creído todo ese cuentito.

          Entonces gente... ¿para qué esa mentira mas grande que la panza de esa creación horrenda de la Coca Cola?

La eterna discusión de los padres: ¿Es una ilusión que no se puede hacer perder a un niño o no hay que hacerle creer tamaña estafa? 

Voy por la segunda opción. En fin, es que ya soy grande y todavía no me lo puedo olvidar...