Bienvenido Messi al podio de la grandeza. Hablo
del podio en el corazón de los argentinos, ahora junto al gran Diego. Su actitud,
liderazgo y juego en esta copa fue comparable a la proeza de Maradona en el 86'.
Resistido por mí por su carrera ajena, su falta de garra en algunos momentos en la Selección, hoy me tengo que sacar el sombrero. Aplausos y se lo merecía desde hace mucho tiempo. Todo llega en la vida.
Hablando desde mi ego argentino, es increíble que solo sea
nuestra tercera copa teniendo desde la década del 80 siempre al mejor jugador
del mundo (Kempes, Maradona, Messi, entremedio Riquelme). Perdimos la final en el 2014 en Brasil pero se hizo justicia. En el 78 con Kempes como figura, la del 86 con Diego en modo alien y ahora ésta del
22 gracias a Lionel.
PD: Mención justa para el otro crack francés ya que hizo que Francia
resucite varias veces en la final y nos haga sufrir por demás. Maradona dijo en sus comienzos que si le daban una chequera en
blanco compraría a ese jovencito llamado Mbappé, porque era el futuro del fútbol. No se equivocó.
Otro que se merecía ser doble campeón ya lo fue el Mundial pasado. Tiene tiempo y talento de sobra para sumar grandeza.
PD2: El mundo se sorprende por los enormes festejos argentinos. Nosotros, claro, no. El fútbol nos une a todos por igual como ninguna otra cosa y el festejo es familiar, grandilocuente, desmedido, único. Como ganar la copa. Como El Pelusa y La Pulga.