Fito hablando en la Biblioteca Nacional, en el homenaje a Spinetta, intentando desentrañar el armado de la versión de la canción Gricel que hicieran ambos. Una maravilla de canción que puso el nombre a mi primer hija y que por eso justifica esta entrada.
Fito Páez: Quería que probemos algo a ver si se puede transmitir. Es un
delirio, por supuesto. Entre tantas cosas maravillosas que pasaron en
el álbum, hubo una secuencia, un momento, que para mi fue inolvidable.
Precisamente por la magia que pasó allí.
Odio la palabra magia. La
magia, la magia. Claro, porque la magia es truco también. Esto no se
llama magia, es algo del orden de lo metafísico lo que sucedió allí. La
música, por supuesto, es un lenguaje que te permite acercarte a esos
colores o a esas formas de percepción.
En un momento llega la grabación de Gricel, que se dividió en dos
bloques: Uno fue en el estudio de abajo donde grabamos guitarra
eléctrica y piano, que es la base que lleva el tema. Toda esa armonía es
de Luis en su totalidad, salvo los últimos 4 acordes que sugerí que
fueran esas formas dentro de la tónica del Do y Luis lo aceptó
inmediatamente.
Pero toda la armonización de Gricel fue hecha por Luis
Alberto. Entonces lo que sucede allí es un momento único pero es más
formal, son dos tipos tocando los acordes que sería la tela donde Luis
iba a pintar. Iba a pintar todo el arreglo de Gricel.
Entonces, lo que quería transmitir, o a lo mejor podemos llegar a
vivirlo, es una secuencia que fue… Duró 3 horas esa sesión. Porque eso
comenzó con él sentado en un sillón y otro hombre de espaldas que sería
yo, que era yo, mucho más joven y con menos fernet encima, escuchando la
voz de Luis, con un Farley.
El Farley era un teclado digital de
primerísima generación en esos años, no había muchos. Y tenía muchos
sonidos de fx, sonidos que podían reproducir, como en el caso de Gricel,
un tren. En un momento Luis me pidió el sonido de un tren y aquel bicho
lo tenía. O pidió un contrabajo, como pidió una voces, me acuerdo que
él le decía voces de monjas, unas voces que se llamaban “choire”.
Lo que
sucede es que inmediatamente entiendo que él está hablándome desde
atrás y me gusta la idea. Y digo: “¡qué bien! ¿Qué pasa si seguimos
así?” Y siguió así. Y fueron 3 horas de una voz que estaba dictando
aquello. Lo que quiero que escuchemos todos juntos ahora, con la luz
apagada, es Gricel. Y quiero contarles algo antes para que llevemos un
orden: lo que sucede allí…
(Una pregunta del público interrumpe, no se escucha).
Fito: Si, yo supongo que a Luis le habrá parecido un poquito (NdR:
palabra inaudible). Y yo quise hacer una versión pop. Nunca hablamos de
eso ¿sabés? Pero lo que sí, él decidió dejar esa forma. Entonces también
podemos hablar de una adaptación o de una versión, mejor dicho. No un
cover de Gricel ¿no? Y allí entra también la cosa linda de los tipos que
versionan y es que toman el material y se apropian del material y hacen
con eso lo que quieren.
Entonces ahí se transforma en una composición
propia. Hay una intervención sobre la obra del otro. Porque ya para
hacerla como el otro está el otro. Y ahí es donde es muy importante cómo
Luis Alberto va dictando esto. La primera estrofa es piano, guitarra y Luis.
La segunda estrofa termina con el “No te olvides de mi”, que eso era un
efecto que después nos sirvió también para hacer la base de Woysek. Es
otro tema. Aquel toque siniestro que tiene la canción porque esa voz
está casi pidiendo o reclamando de una manera tenebrosa que no se olvide
de ella.
Después Luis pide un tren (grita). “Un tren poneme”. Entonces me puse a
buscar en los fx y encontré un tren. Jaja. Porque él pedía eso. “Dame un
tren”. No tenía medias tintas.
Después pide meter, en la próxima estrofa, un tamborcito para darle un
color rítmico y un contrabajo. Entonces yo empecé a tocar la línea y él
me dice: “No. Hacé (no me olvido más la palabra) tocalo en baión, con el
tumbado". Entonces yo pensaba de dónde carajo conoce Luis el baión
(risas). Escuchaba John Mc Laughin. Escuchaba eso Luis. ¿De dónde conoce
el baión? Pum. Y ese es el bajo que tiene Gricel.
Y después pide las monjas, que le ponga los choires, unas voces, y una
batería Simmons, que era ya la vuelta de la vuelta de la vuelta ¿Cómo
vas a hacer Gricel con una batería Simmons? Ok. ¿Porqué no?
Así se armó el tema. Y otra cosa que sucede en Gricel y sucede en casi
todo el álbum - ahí me lo anoté también- es que Luis tenía una idea
hermosa (ahora veo lo hermosa que era, en ese momento no llegué a
disfrutarla como la disfruto ahora).
Él decía: “Cantá que yo te copio
todas la inflexiones. Y yo voy a hacer lo mismo y vos copiás la mías”. Y
así se armó una sola voz. Acá sucede en algunos tramos de la canción,
pero también en muchos tramos del álbum. Y es extraordinario eso.
Porque, por ejemplo, en Hay otra canción todas las inflexiones que
hacemos son muy raras de copiar y allí está eso.
Ya que les conté un poco cómo se armó el diseño de Gricel les propongo
bajar luz y escucharlo, a ver si pueden viajar o pueden tener idea de
qué fue lo que fui sintiendo yo estando de espaldas en ese momento.
(Se bajan las luces y suena Gricel).