La hermosa estatua de Mao

          Extraña la fascinación que me despiertan las estatuas. Ese mármol, piedra o cemento que parece frío para la mayoría, a mi me transmite pasión. No discrimino en cuanto a forma porque me gustan todas. Incluso, hasta tengo etiqueta para ellas en el blog.

          Buscando me topé con esta maravilla. Mao no es un personaje histórico del cual sepa mucho, debería informarme más para tener una opinión formada sobre su régimen presidencial chino, pero su imagen si me es muy conocida. Casi pelado, gesto entre bonachón y adusto, mano levantada al viento al estilo de nuestro Perón con vestimenta militar acompañando. Pero la que descubrí (entre las muchas en su país), lo muestra de forma inédita, en su juventud, con melena, sin gestos y con solo su cabeza. 

          Enclavada en una especie de parque bellísimo al borde de una costa, su grandeza y belleza al estilo de la pirámide de Keops es impactante. ¿La conocían?

El movimiento del pelo, la profundidad de los ojos y hasta el detalle del grano (?)
 en su pera intimidan por lo bello y logrado.