miércoles, 30 de mayo de 2007

GOOGLE RANKING

          Solo un juego, el saber quién es más popular. Colocar los personajes que se nos antojan en el buscador más importante del mundo (por rubro y de una forma un tanto caprichosa) y constatar la popularidad de cada nombre propio. Por supuesto que en la gran botica que es la net se mezcla todo. Popularidad no es calidad, ni se quiere demostrar necesariamente ninguna otra cosa.

          Hace un tiempo se la nombró a Pamela Anderson como la reina absoluta de la búsqueda en la web, razones para ello sobran...
El nombre exacto ingresado de cada personaje y el número de páginas encontradas. Vamos a ver quienes ganan y son más populares. Solo números (¿solo números?)


     PERSONALIDAD ARGENTINA
2.380.000 Che Guevara
2.060.000 Jorge Luis Borges
1.870.000 Diego Maradona
1.620.000 Carlos Gardel
1.560.000 Eva Perón
1.300.000 Juan Perón

         La supremacía del Che es indudable y no solo en la net. Más allá de su bastión cubano, la iconografía que resalta en las infinitas remeras y las banderas con su rostro en forma de protesta, son incontables y se multiplican por todo el mundo.



     LEYENDAS DEL ROCK
2.950.000 Elvis Presley
2.100.000 Freddie Mercury
2.080.000 Jim Morrison
2.030.000 Janis Joplin
1.960.000 Jimi Hendrix
1.850.000 Kurt Cobain

        Internet confirma a Elvis la pelvis como el rey del rock post-mortem entre los íconos románticos de la música. La inminente película de Freddie (con Borat en el protagónico) hizo lo suyo también en los números pero no alcanzó esta vez.



     BELLEZAS

29.500.000 Beyoncé
16.500.000 Jennifer López
12.400.000 Angelina Jolie
08.680.000 Pamela Anderson
03.140.000 Carmen Electra

         ¿Pero cómo? ¿No era Pamela Anderson la más buscada? Sí, la más buscada, pero no la que más sitios tiene. Beyonce aparte de estar más que buena, también canta, baila y actúa. Junto a la J.lo, las caderas más grandes que hay...





     KUBRIC
K

1.850.000 A clockwork orange
1.560.000 Full metal jacket
1.550.000 2001 a space odissey
1.510.000 Eyes wide shut
1.210.000 Barry Lyndon

         The Shining
(28.400.000) no compite por ser
también, entre otras muchas cosas, el famoso libro de Stephen King. El podio se lo lleva la película emblema de Kubrick, la mas famosa y polémica quizás.



     COMIC
47.600.000 Batman
37.300.000 Spiderman
35.200.000 Superman

         A Batman no hay con que darle. A pesar de que la juventud adora al arácnido y a sus pelis, y del amor del murciélago -no reconocido- por Robin, el joven maravilla.




     DUETOS ETERNOS

1.810.000 Charles Chaplin
1.340.000 Buster Keaton

3.750.000 Rafael Nadal
3.040.000 Roger Federer

41.300.000 Coca Cola
01.910.000 Pepsi Cola

79.800.000 Star Wars
33.400.000 Star Trek

67.800.000 Michael Jackson
01.300.000 Prince Roger Nelson

38.900.000 Mozart
24.800.000 Beethoven




         Yo ya tiré la primera piedra, ahora, si quieren comparar ustedes a dos personajes de forma rápida, el Google Fight esta
aquí y se los hace mucho más sencillo...


lunes, 28 de mayo de 2007

SPINETTA - Para los árboles (2003)

           Ahora que comencé con el "redescubrimiento" de El Flaco no paro más, es adictivo. Aunque uno se queda corto con las intenciones y las palabras, reseñar algo del nivel de lirismo al que nos tiene acostumbrado Spinetta es un placer como este Para los árboles. Uno de sus mejores álbumes de esa década.




          "Soy permeable a lo que digan o piensen, me siento un mimado por la crítica, pero por lo menos aspiro a que un comentario sea porcentualmente similar al laburo de un artista. No se puede escribir cinco minutos y hacer mierda un trabajo de meses".
Spinetta, ND Ateneo, 19 de julio de 2003




          Después de la tibieza musical de Los Ojos (1999) y Silver Sorgo (2001), tímidos e introspectivos aún para el mismo Spinetta, lanza el mas combativo Para los árboles, disco de difícil escucha como casi todo lo de Luis pero que superadas las primeras audiciones se torna irresistible.

          Como si las canciones tuvieran que sedimentarse lentamente en nuestro oído y paladar, como los buenos vinos tintos. 
Mucha de la culpa de esta "exigencia" con su música la tiene el propio Spinetta, que con su Los socios del desierto (1997) llevó a un techo muy alto su propia producción y la de los demás con 33 temas de ensueño. El disco crece lento pero constante con la música madura y atemporal de siempre.

       Cisne y el lirismo acostumbrado, Halo Lunar con sus "coqueteos" jazz, toques de dureza en Yo miro tu amor, modernidad en A su amor, allí y exquisitos arreglos. Si tengo que elegir, el mejor tema en El lenguaje del cielo por esa intro tan característica y unos coros femeninos demoledores. Sutilidad, buen gusto y belleza en la forma.

         Agua de la miseria intenta ser un tema comercial con su barroco video y lo logra a medias. Toda su discografía se basó en una lucha anti-hit y donde Seguir viviendo sin tu amor es una  de las pocas excepciones que confirma la regla. El final es un exquisito tándem formado por Néctar, El lenguaje del cielo y Tu cuerpo mediodía, tres temas para terminar en lo alto. La portada es bellísima, con la misma carga de poesía que la propia música.

         Manos/árboles, dedos/ramas que en la contratapa conducen hacia las canciones/hojas. Un homenaje con música de Luis hacia la Naturaleza. Un homenaje de Luis a nosotros mismos.






          "Castaneda dice que en la tradición de los Toltecas, los árboles son aquellos brujos, que eligieron el camino más corto y fácil para lograr la trascendencia y como si fuera un castigo, quedaron transformados en árboles. A mí me gusta pensar que los árboles son guerreros que equivocaron el camino" .
Spinetta, ND Ateneo, 19 de julio de 2003








miércoles, 23 de mayo de 2007

De Kubrick a Prince, pasando por Nirvana y Woody Allen



"Los grandes hombres, al igual que las cosas bellas,
siempre tienen puntos en común".
Francois Truffaut




         La idea de esta nota me la da mi relación con mis dos expresiones artísticas favoritas: cine y música. Ya saben que me gusta relacionar o comparar todo lo que me atrae. En una nota anterior contaba que Peter Gabriel lanzaba su esperado y nuevo álbum Up con problemas de censura y exactamente diez años después de su predecesor Us (el anterior era So, otros seis años de diferencia y otro monosílabo).


          Me vino a la mente la analogía con Stanley Kubrick, conocido entre otras cosas por tomarse su tiempo entre películas y por sus polémicas. Sus tres últimas obras fueron El Resplandor (1980), Nacido para Matar (1986) y Ojos Bien Cerrados de 1999. Casi las mismas distancias que se tomó Gabriel para realizar su trabajo.


           Ahí terminó de germinar la idea. Sobre las no pocas semejanzas entre las estrellas del rock y los directores estrellas del cine. Para mi sorpresa, comenzaron a brotar nombres de rockeros y cineastas ligados por algo más que meras bandas sonoras, que darían para una nota aún mas extensa.



EL RESPLANDOR

          El ejemplo de Gabriel y Kubrick no es azaroso. No solo sé emparentan los tiempos de trabajo si no la misma obsesión perfeccionista. Tanto uno como otro realizaba el trabajo final consumado después de años de planificación y retoques, no dejando por ello de estar activos en ningún momento. Señalados como obsesivos, solitarios, intratables e incapaces de labor en conjunto, en medida extrema en el caso de Kubrick.

          En su mejor forma ambos en el mismo período de tiempo, a principios de los 70. La más rica etapa para muchos de Génesis y su rock sinfónico, fue entre 1969 y 1975, hasta que Peter se cansó de dividir las tareas en grupo y comenzó su carrera solista. En el caso del director la mítica 2001, odisea en el espacio (1968), La Naranja Mecánica (1971) y Barry Lyndon (1975), son señaladas como la mejor etapa de su obra por los críticos y la que cimentaron su fama.


         Luego, al igual que Gabriel en solitario, Kubrick espaciaría más sus trabajos logrando ambos la misma calidad y reconocimiento que antaño en sus prestigiosas carreras.




SIGNO DE LOS TIEMPOS

          Otro caso es el de Woody Allen y Prince. Dirán ¿Qué tienen que ver un judío y un negro? Tienen y mucho.

          No solo la coincidencia de ser músicos, actores y directores a la vez (Woody sigue tocando el clarinete en público y Prince dirigió dos de sus tres películas) sino también por lo prolífico de su obra, la obsesiva permanencia en sus lugares de residencia (uno en Minneápolis con su mansión/estudio de grabación y el otro en su decorado eterno Manhattan), y también por ser mimados incondicionalmente por la crítica especializada aunque muchas veces no lo merezcan. 
Woody Allen nos tiene mal acostumbrados a una película por año. Prince ha exigido a sus fans con 2 o 3 discos en el mismo lapso de tiempo, los que los hace fuera de lo común a ambos en las dos artes.


          Por sus estilos tan particulares, son artistas del género ámalo-o-déjalo, sin punto intermedio. Considerados independientes dentro del mismo sistema, se nota más claramente esto en Prince por tener desde hace unos años sello propio y por ende una clara autonomía.


         Sin interesarles las críticas, se mantienen en su estilo con pocos matices: Funk con arreglos rockeros y comedia de situaciones. Cuando se desvían de ello, son criticados por salirse de sus reglas. Socialmente también análogos por su extrema tímidez y reclusión, de bajo perfil.


          Con carreras con altibajos pero con grandes obras, geniales, petisos y quizás, mis dos preferidos.





TIEMPOS VIOLENTOS

          La irrupción arrolladora que hizo Quentin Tarantino en los noventa, con una inusual fuerza creativa, es similar a la sensación de aire renovador que dejó Nirvana en el rock meses antes. Dos artistas surgidos del under y con actitud provocadora. Quentin y Kurt. ¿Dos recicladores o dos genios? Odiados y queridos por igual, solo el tiempo tendrá la respuesta.

          Con Perros de la calle (1992) y Tiempos Violentos (1993) este empleado de videoclub se convirtió en el chico malo de hollywood e influencia revitalizadora de toda una nueva generación.


          Kurt Cobain y su halo encantadoramente trágico, junto a una excelente banda -pero principalmente por él-, lograron con solo dos discos como Nevermind (1991) e In Útero (1993) destruir el imperante pop liviano de los ochenta mezclando furia y desesperación, destronando de paso a Michael Jackson y Guns N'Roses y creando la movida grunge abriendo el camino a toda una generación de nuevas bandas.


          Curiosamente a partir del suicidio de Kurt Cobain -abril del 94- pareció también apagarse la estrella e inspiración de Quentin. Igualmente se espera mucho de él, como esperamos el box-set de canciones inéditas de Nirvana. Dos artistas inigualables dentro de sus contextos.





EL EXTRAÑO MUNDO DE JACK

          El mundo de fantasía que crea Tim Burton en sus películas se parece mucho al que Michael Jackson "vivía" en su rancho Neverland. Infancia difícil en ambos casos y una particular coincidencia digna de Freud en la proliferación de monos. Ese parque personal de Michael y El planeta de los simios en el caso de Tim. La analogía más evidente son lo freaks, infantiles y geniales que son los personajes creados por ambos y ellos mismos también.

        Seres melancólicos bordeando lo naif, pero con una marcada faceta dark rozando lo paranoico (algunos films de Burton y los eternos problemas judiciales de Michael). Frágiles, antisociales, queribles y peligrosos. Michael sobrevive por el momento editando grandes éxitos.


          Aunque con este tipo de artistas nunca se sabe su próxima jugada, esperemos por el bien de la fantasía en el cine y por la propia actualidad de ambos, que Burton envejezca mejor que Michael.






INTELIGENCIA ARTIFICIAL

          Steven Spielberg es un hacedor de films taquilleros y efectistas, lacrimógenos y fantásticos, entretenidos y sólidos. Utilizando en su obra, el costado blando y sentimental del séptimo arte. Puntos en común con otro gran artista con canciones gancheras, pegadizas y populares. Un músico -nombrado desde hace algún tiempo Sir- llamado Paul McCartney.

         Siempre presentes ambos en toda lista que se haga de los más populares o vendedores de todos los tiempos. Tanto en cantidad de discos -etapa The Beatles, no tanto en su carrera solista- como en espectadores -Jurassic Park, E.T., Indiana Jones- decayendo los dos ùltimamente pero con sus prestigios intactos y siempre vigentes.


          Por siempre cargarán con las pesadas mochilas de sus eternas sombras negras, los difuntos -e idolatrados por ellos mismos- Stanley Kubrick y John Lennon, que no dejarán de sobrevolar amenazantes a sus obras e incluso, a seguir influenciándolas de una manera casi decisiva.





MOULIN ROUGE

          Son análogas la madurez, sapiencia y permanencia en el medio, como así también su condición de mitos, las carreras de Clint Eastwood y Bob Dylan. La crudeza, vivencia callejera y ritmo de Spike Lee y el cantante de rap del momento: Eminem. La unión/desunión, amor/odio, encuentro/desencuentros de los hermanos Coen y los hermanos Gallagher, aunque estos últimos en una mayor medida. El nivel de lirismo, hermetismo y poesía de Jim Jarmush con nuestro flaco Spinetta.


          El paralelismo de las obras de Francis Coppola y Martin Scorsese y su mote de clásicos, se podrían emparentar con los Beatles y los Rolling Stones. Podría continuar con las semejanzas o extenderme más en alguna de ellas, hasta no podrás estar de acuerdo conmigo en algún ejemplo y quizás tengas otros más, pero creo, que finalmente que vamos a coincidir en un punto:

          Son el cine y la música tan inseparables en nosotros y nuestros recuerdos porque nos despiertan sensaciones persiguiendo un único fin: Hacernos mejor y más llevaderas nuestras vidas.


martes, 22 de mayo de 2007

CHARLY GARCIA - Piano Bar (1984)




           Charly hoy con su dudoso presente por sus mambos crónicos con la droga y secuelas del pasado pero reponiéndose.  Con lo hecho hasta aquí, ya se lo puede definir como uno de los más grandes y deleitarnos de nuevo con sus grandes discos pasados.




"Charly volvió a sacarnos una radiografía y el diagnóstico es reservado.
A bancarse ese defecto"
Alfredo Rosso, Twist y Gritos enero de 1985




          Referente de cualquier lista de lo mejor del rock argentino, todos sabemos de la extensión y calidad de la discografía de García y de lo que representa en el contexto del rock nacional.

        Piano Bar por su fiereza y poder, no parece haber sido germinado en unas plácidas vacaciones en el Brasil, con la compañía de su pareja Zoca. Además de las canciones, la diferencia la hace la gran banda. Un dream team irrepetible a pesar de muchas formaciones propias de muy buen nivel.

        Los G.I.T. en pleno, sólidos, con años tocando juntos y también presentes en la gira anterior de Clics Modernos. Guyot lírico con su guitarra, Alfredo Toth con su solvencia en el bajo y los mejores coros masculinos de cualquier disco de Charly y la sorpresa Willy Iturri, considerado desde aquí como el mejor batero argentino hasta la irrupción de Charly Alberti de Soda Stéreo (alumno particular del propio Iturri).

        Para el final dejamos a Fito Páez. Que decir de él. A solo meses de haber sacado su primer y muy buen disco solista Del 63', con todas las pilas por tocar el teclado con su ídolo de siempre. El video que acompañó al disco, grabado en vivo en la sala de ensayo, refleja la polenta de esta banda y la lucidez de Charly. Cuatro temas en formato de clips, cantando sobre la cinta original, notándose ya el desgaste de sus cuerdas vocales y eso que de esto pasaron ya veinte años.




"Me gusta mucho Prince. Springsteen me da vuelta la cabeza.
Escuché su último disco - Born in the USA-
antes de Piano Bar y se nota"
Charly García, Rock & Pop 1985




      PIANO STAR

          El verdadero protagonista del álbum es el propio Charly. Dueño de letras poderosas y en lo musical, una obra conceptual al nivel de La hija de la Lágrima y Say no more. Comienzo a todo volumen con Demoliendo Hoteles -casi una declaración de principios-, como para desperezarnos con ritmo y recordar el pasado inmediato de Clics Modernos.

       Luego el primer mazazo y un gran tema del disco: Promesas sobre el bidet. Canción de desamor junto a la eterna e interminable historia del autor y su trip con la droga, que se repite tema a tema y disco a disco. Raros peinados nuevos es otra excelente letra y canción.

          En Piano Bar y No te animás a despegar, se vislumbra una de las pocas diferencias entre García y los otros integrantes de la santa trinidad del rock. Uno se puede asombrar de la emoción y sensibilidad de las armonías de Fito y su piano, o de la rara progresión de acordes y el sentimiento del flaco. Charly, es el único músico que logra condensar la misma emoción con solo... el redoblante de la batería.

         Ya lo había realizado sorprendiendo en Yendo de la cama al living, con un increíble sonido de parche. Aquí lo vuelve a repetir logrando en esos dos temas, sensaciones propias de un sonido inconfundiblemente García. No se va a llamar mi amor es un tema up, liviano, casi de transición. Según García, ideal para comenzar un lado B en una época en la que había esa preocupación tanto en vinilos como en cassettes.

         Obra personal, considerado un cambio importante en su carrera y dos pasos adelante de todos. Como en toda obra maestra argenta, no puede faltar el nombre de Luis Alberto Spinetta asociado en algo. Coautor del tema final llamado Total Interferencia -el más bello de todo el disco junto a Promesas, aunque en este álbum, es injusto elegir un tema por sobre otro-.

          Disco redondo, crudo y visceral. Análogo del propio autor que por el 84', transitaba en su mejor forma. Tan solo 35 minutos con 35 segundos de uno de los mas bellos discos solistas del rock argentino junto a Artaud y algun otro. Irrepetible.



"Soy un escorpión porque mi destino es fatal, escurridizo como una anguila y
perezoso y superficial como un gato"
  
Charly García, Pelo 1985



     CHARLY GARCIA - PROMESAS SOBRE EL BIDET


viernes, 18 de mayo de 2007

SOUNDGARDEN - Black Hole Sun (1994)





          Hubo muchos temas "símbolo" de la movida grunge, bandas líderes del sonido de los 90's. Podríamos elegir alguno del totem Nirvana, la mejor banda de esos años. O una de Pearl Jam, la que le disputaba ese trono. O incluso de los Stone Temple Pilots otro grupo lleno de canciones/himnos.

        La llamada generación X que dominó la primera mitad de la década y que impregnó a la segunda hasta morir con su propio creador el señor Cobain, fue de una gran calidad musical.

         Pero este tema de Soundgarden sobresale tanto por su melodía como por su musicalidad extrema y hasta por su video, que critica en primer lugar a la frivolidad y tiene hasta dos versiones. Pero es la voz sentida de Chris Cornell (una de la grandes voces de ese movimiento) que le da un plus de nivel a esta gran canción.

          Su riff/intro es nombrada en las listas como una de las mejores  de las guitarras del rock de todos los tiempos. Como curiosidad, es increíble la inmovilidad de su guitarrista líder (el barbudo) en el video, casi sin vida ja.

          Nunca me cansaré de escuchar esta gran canción.








     Hasta en unplugged es buena!!!