Ùltima entrevista a Fito a raìz de su nuevo disco. Extraje solo estas preguntas finales por su sentido
- El último tema del disco es “La velocidad del tiempo”, y hablás de Gustavo Cerati…
- Sí. Pasé a verlo el día que empezaba a grabar en su estudio. Era la segunda vez que lo veía así. Sabíamos que iba a haber una energía maravillosa en ese estudio. Le fui a contar todo. Durante el transcurso de la grabación era inevitable sentir su fuerza. Era una contundencia inevitable. La canción apareció sola. La tocamos en una sola toma, como hacía él. No estuvo tan mal y tuvimos suerte, le digo en la canción. “La vida es locura, nadie tiene razón, hay signos girando en el espacio a la velocidad del tiempo”.
- También le contás que “se nos voló Luis”…
- Le cuento que se fue Spinetta, porque él no lo sabe. Me parece una canción linda para cerrar el álbum. A los cincuenta años las cosas se pueden decir más claras, sobre todo sobre las cosas más básicas y esenciales.
- ¿Cómo es vivir sin Spinetta?
- Está presente permanentemente en las charlas con amigos. Todavía no lo podemos entender. Yo lo vi en su instancia final. Es una situación extraña.
- Es extraño como la muerte pone las cosas en su lugar…
- Lamentablemente. Es una idea muy nietzcheana esa. No me gusta mucho que sea así. A veces prefiero vivir en la ilusión de que eso no va a suceder. En algunos aspectos de la vida no quiero vivir con la realidad. Sé que hay un cuerpo muerto pero se me hace muy difícil comprenderlo. Lo que sí están son sus músicas. Y eso es un tesorazo.
En algún momento va a haber alguien que va a entender la riqueza musical de eso y que va crear una cátedra en alguna universidad de música que se llame Spinetta. Para enseñar lo que es la invención en la música. Se puede enseñar con el método europeo clásico y alguna vez, para aprobar la carrera, tendrás que pasar por el método Spinetta.
Esa sería una manera de comprender la riqueza de él como individuo y como artista. Realmente no hay nada en el mundo parecido a lo que hizo él. Extrañamos mucho su humor. Pero la vida sigue para adelante.
Nota publicada en la revista Cielos Argentinos