Similar al boom Sabina en nuestro país, Calamaro siempre está en su punto caramelo de popularidad.
Aclamado tanto aquí como en España, se suceden los homenajes para alabar su música, su figura y su talento. La comparación con el andaluz se puede dar por las letras , Andrés es más melodioso en comparación aunque menos rockero que antes.
Su figura ya integra el panteón de los grandes solistas argentinos junto a Charly García, el Flaco Spinetta y Fito Páez. Sin un orden aparente y sin contar su etapa con Los Rodríguez, aquí les dejo mi personal visión de los mejores 5 discos de la extensa carrera solista de Andrés Calamaro:
NADIE SALE VIVO DE AQUI
Disco de clima maldito de cuando Calamaro ni siquiera soñaba con ser popular. El pop para corazones destrozados de Andrés encuentra un equilibrio entre lo correcto y lo bizarro, con citas a su amado Bob Dylan (Dos Romeos) y Tom Waits (la increíble Vietnam).
Para escuchar luego de medianoche y un poco aturdido, disfrutable de principio a fin, tan impopular como maldito.
ALTA SUCIEDAD
Su álbum más redondo, prolijo y con canciones no por ello menos valiosas. Si uno tendría que mostrar un solo disco de Calamaro elegiría este por lo redondo, por el impacto y por su éxito comercial.
Luego vendría el exceso y discos extra largos en duración sin una edición aparente por parte de Andrés.
VIDA CRUEL
El Piano Bar de Calamaro. En medio de las luces de neón de los 80's, realiza un disco intimista, quizá demasiado oscuro para lo esperable. "Estoy perdido y no sé por qué".
Invitados de lujo como Richard Coleman, Gonzo, Roberto Pettinato, Samalea, Stuka y el lujo de que en el tema Vi la raya le hagan coro a dúo García y Spinetta. Todo dicho. Discazo.
HONESTIDAD BRUTAL
Aquí empezó a asomar la verborragia Calamaro, álbum doble y desparejo, con temas desencantados de amores rotos. Bah, lo mismo de siempre. Invitados de la magnitud de Pappo, Mariano Mores o Maradona lo hacen mas irreal todavía.
En este disco esta todo lo que aumentado y exagerado hacen que queramos tanto a Andrés.
HOTEL CALAMARO
Post Abuelos de la Nada, pop de plástico en época alfonsinista, ultra kitsch, más cerca de Los Twist que de Fito. Querible.
Canciones que parecen jingles y una rara habilidad de artesano pop. Una canción como Otro amor en Avellaneda en otro artista sería casi risible, en Andrés es casi signo de genialidad.