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Orson Welles y Chaplin, posiblemente charlando sobre Monsieur Verdoux |
Siguiendo con mi fanatismo por Charles, una breve reseña de una de sus mejores películas. ¡Y no es muda señores!
De a poco trataré de hacer lo mismo con las demás sonoras, que no desentonan con sus primeros y mas famosos films. Todo sea para que los que no conocen a este genio (¿queda alguien?), comiencen de a poco a hacerlo.
MONSIEUR VERDOUX
Estrenada el 11 de Abril de 1947
Con Charles Chaplin, Martha Raye, Isobel Elson, Marylin Nash, Robert Lewis, Mady Correll
124 minutos
Todavía dolido por el avance del cine sonoro y ya despojado de su personaje de vagabundo, juega a ser a cara lavada, un famoso asesino de mujeres. Por supuesto que abordado con el estilo y el buen gusto esperable.
Una especie de cínico barba azul moderno, hábil y seductor, tomado de una idea original de Orson Welles, que realiza con su consentimiento.
Utilizando la elipsis de forma sencilla en los sucesivos asesinatos, nos muestra a este emulador de Landrú (nombre del asesino real en que se basa el guión) a veces, hasta con un sutil abrir y cerrar de puertas.
La parte política la aporta la inclusión de la verdadera, por ese entonces, caída de la bolsa y de como un simple asesino, es juzgado con toda la fuerza de la ley como si fuera un asesino de masas.
El final es uno de los más bellos de toda su filmografía, como definió lúcidamente el gran analista André Bazin: "Chaplin nos hace testigos y partícipes de la muerte del gran Charlot, a manos de una sociedad desinteresada ya por la suerte del otrora, ídolo de masas."
Chaplin "mata" al Vagabundo y todos caen sobre él, por lejos su película más criticada y rechazada, pero no se dieron cuenta que dejaba de estar escudado en el mito, entrando en otra "realidad", realizando para ello una obra mucho más personal y arriesgada.
Valiente. ¿Quizá su mejor film? Por que no...
Saludando a mi querido Charles en una calle perdida de Temperley...
"Es significativo que los mejores filmes de Chaplin puedan ser revisados indefinidamente sin que disminuya el placer de verlos; al contrario, sucede sin duda que la satisfacción causada por algunos gags es hasta tal punto profunda que resulta inagotable, pero sobre todo que la forma cómica, y el valor estético nada deben al factor sorpresas.
Éste, agotado en la primera visión, cede el sitio a un placer mucho más delicado que consiste en la espera y el reconocimiento de la perfección." André Bazin