miércoles, 27 de octubre de 2010

VAN GOGH: Loco un poco, nada más...


”Si no fuera por tu amistad, llegaría a cometer suicidio sin tener remordimientos de conciencia
y aunque soy un cobarde, sé que acabaría haciéndolo.” 
Cartas a Theo





         Van Gogh no es solo de unos los pintores mas influyentes de la historia, sino un hombre fascinante que habló con su obra y con su vida, con sus palabras, con su humanidad conflictiva de forma pasional como pocas veces se vió así en un artista.

          De la misma clase de alma que Beethoven en su música o de Kafka en sus escritos. Almas ardientes que sufrieron y fracasaron para encontrar un cause justo en el arte, para beneficio de toda la humanidad.


          Pintor, dibujante, escritor, teólogo; artista. Su sino trágico comienza al tener el nombre heredado de su hermano mayor muerto seis meses antes. Infancia infeliz según sus palabras, comienza como marchand ayudante de su hermano menor Theo en una galería de arte para luego estudiar teología y ser un frustrado peregrinador a semejanza de su rígido padre.

          Como todo, lo hizo de forma visceral ya que peleaba con los compradores por su gusto pictórico y dormía con los enfermos y ayunaba junto a los pobres, llegando a ser rechazado por la iglesia por su “exageración”.

          Se fue convenciendo de su don de artista en su Holanda, retratando a los granjeros en sus tareas con colores oscuros, luego sus pinturas al aire libre en París, llenas de color y luz en las que predominaba su color fetiche favorito el amarillo, lo convirtieron casi un impresionista, “casi” porque sus formas fueron únicas.

           Aunque ningún pintor le dio esa importancia al color del sol y a su influencia en un simple campo de trigo. No fue original, su forma fue cambiando a medida que observaba a los grandes de su tiempo: los paisajes como la obra de Monet, el color según Delacroix, las figuras como el otro gran holandés Rembrandt.

           Luego, comenzó a desvanecer los contornos y darle importancia al volumen, a la maza con un raro efecto de movimiento, sus pinceladas quebradas, empastadas, sobrecargadas fue su marca consiguiendo ser un pintor original y el más moderno en su tiempo. Lo sorprendente es que casi todo su catálogo lo realizó en tan solo seis años.




          Su esplendor artístico (y su gran fracaso) fue en la casa amarilla de Arles, una vieja casa que rentaba con el dinero que le pasaba, a costa de privaciones, su hermano menor. Los famosos girasoles, sus habitaciones, muebles, zapatos, la propia casa, fueron los motivos de su arte emocional, a flor de piel. Aquí invitó a varios pintores y especialmente a Gauguin para pasar una estadía.

           A raíz de sus no pocas peleas (puntos de vista distintos junto a la ira de Vincent) se llega a la huída de Gauguin luego de la famosa escena del lóbulo de la oreja derecha cortada con una navaja por Van Gogh por sus desavenencias (y luego regalada a una prostituta).

         Visceral decíamos antes. Al volver del hospital y hostigado por sus vecinos, decide internarse en un manicomio para una estadía de casi dos años de idas y venidas.

           Una vida solitaria (solo convivió con una prostituta y su hijo y al no poder mantenerlos se marchó), no descansar y estar pintando bajo los rayos del sol todo el día, depresión, enfermedades mal curadas, mala alimentación, acrecentaron la locura e hicieron eclosión en su psiquis.

        Crisis, alucinaciones visuales y auditivas. A pesar de todo nunca dejó de pintar, incluso en el sanatorio pintaba lo que veía a través de la ventana. Hoy su diagnóstico sería una mezcla de esquizofrenia con epilepsia, sin descartar la bipolaridad.




           Su pintura, casi siempre sublime, no era la de un loco. Sufría por la falta de dinero (la cantidad exagerada de autorretratos se debía a no poder pagar modelos) y estaba convencido de que su obra iba a valer con el paso del tiempo. En enero de 1890 se escribe en un diario la primera reseña positiva sobre la obra de Vincent, el mundo comenzaba a darse cuanta de su valía. En febrero vende su primer y único cuadro en vida (a bajo precio).

         A fines de Julio, Van Gogh, angustiado por sus continuos ataques de locura y enterado de los problemas financieros de su hermano y de la salud de su bebé (llamado… Vincent), se dispara en el pecho justo debajo del corazón y muere a los 2 días a sus 37 años.

          Su hermano, compañero único y financista de toda su obra, pierde la razón en pocas semanas y fallece antes de los 6 meses.




De ignorado a leyenda, Van Gogh es como esos meteoros que se dignan a pasar muy de vez en cuando por la tierra.





"¿Quién soy yo a los ojos de la gente? Una nulidad, un hombre excéntrico y desagradable, alguien que no tiene una posición, el mas miserable de los miserables. Aunque ello fuese verdad, me gustaría que mis obras mostrasen lo que hay en el corazón de este excéntrico, de este nadie.”
Cartas a Theo


11 comentarios:

  1. Me gusta bastante la obra de Van Gogh, sus colores, su pincelada tan llena de fuerza... pero siempre queda algo que me fastidia cuando pienso en él,màs propiamente en su destino (lo mismo que con Poe) y es hasta que punto la humanidad puede ser tan desagradecida.
    Hoy sus obras si entran en alguna subasta alcanzan sumas que parecen llegar a la estratòsfera y a veces me pregunto si la gente que los adquiere puede reconocer realmente el valor de la obra, es decir si lo adquieren porque es una obra grandiosa o sòlo por el destino trágico del hombre que la creó. Es hasta cierto punto incómodo pensar en eso, no sé, al menos para mì.
    Claro, genial que sean reconocidos pero de qué podría servirles a ellos ahora? Es vergonzoso pensar que Van Gogh muchas veces no tenìa para comprar sus òleos, que seguramente pasaba hambre, que tuviese que vivir siempre ayudado por su hermano Theo, probablemente debìa sentirse una carga durante gran parte de su vida y eso también pudo afectar su salud mental ya deteriorada de por sì... ningùn homenaje podría ser suficiente hoy porque quien debe recibirlo ya no està para disfrutarlo.
    El amor entre Vincent y Theo es realmente conmovedor, recuerdo la primera vez que leì una biografìa que incluìa las cartas a Theo y el saber que muriò tan poco tiempo después de perder a su hermano, a veces me pregunto si no pudo sopotarlo y fue la tristeza, tan grande, tan insoportable.
    Muy buena entrada, me gusta mucho pasar por acá. Saludos:)

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  2. Me duele. Van Gogh me duele, me dolió siempre.
    Es algo que me conecta y no sé que es, esa búsqueda de aceptación que buscaba en Gauguín, el amor a su hermano, su pintura, fuerte, casi científica, arrancada del fondo del alma, su trazo fuerte, sus colores tan vividos que siempre me dieron de pensar que se es felíz cuando se hace arte pero la vida del artista es mas que nada ajena a lo que los demás llaman felicidad, un tipo sin máscaras, un genio, un hombre, un amigo. Vincent.

    jlg

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  3. Coincido con Ana.
    Van Gogh es uno de mis favoritos, y como siempre, un placer pasear por acá.

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  4. VINCENT,es uno de esos personajes que trascendieron su propia obra,tan bohemio,tan lleno de vehemencia corriendo por sus venas...

    P.D.:La relaciòn que entablò con su hermano,me conmueve,y me hace preguntarme,cuànto tormento es posible que tolere un alma humana??

    BESITOS CAMPESTRES ♣

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  5. una pintura de post!....mas que interesante la vida de éste hombre, pero no me llama el estilo de sus pinturas....

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  6. 3121
    3121
    3121

    Vuelta de AV INMINENTE

    COMUNICATE CON EL CEO DE LA REVISTA ASAP!!!!

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  7. Por eso me gustó tu blog desde la primera vez que pase por aquí: por tu amplitud de conocimiento respecto al "arte".

    Van Gogh fue un genio y ya sabemos lo que son los genios: los que se quedaron a un paso de entrar al manicomio.

    SLDS!

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  8. Si, es cierto que tiene mucha creatividad y clase.

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  9. ...siempre encuentro algo que me atrapa de la vida triste de un genio, mucha soledad, locura y talento para un sólo ser.quiero saber más sobre su verdadera relacion con Paul gauguin.besos graciela.

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