jueves, 31 de julio de 2025

El por qué amo a Maradona






"Lo que Zidane hizo con un balón, Maradona lo hizo con una naranja".
     Michel Platini, jugador francés

"Fue una persona que sentía y luchaba por los humildes".
Evo Morales, presidente de Bolivia

"La dimensión de Maradona para mi Nación es casi sagrada".
     César Luis Menotti, técnico argentino

"Está mas a la altura de San Martín que de otro jugador".
Jorge Valdano, jugador argentino






          Mi amor por Maradona lo hace importante en mi vida por ser parte desde mi infancia y transformarse en un compañero de ruta.
Ser un amigo a la distancia, uno que no se quiere conocer para no perder esa amistad imperfecta, etérea, a base de alegrías breves y eternas. Como no quererlo,
imposible no amarlo.

          Amigo ambiguo que se quiere de forma completa,
sin elegir solo cualidades. Falopero, bígamo, infiel, millonario, amigo/enemigo del poder, machista, bisexual, mentiroso, caprichoso, intratable. Claro, también compañero del pobre, genial con la pelota, humilde de corazón (no de imagen, nunca careta), bostero pero ídolo de todos los colores, leal, familiero, generoso con todos.

     



     Un Dios a la manera griega, de esos que amaban a sus hijos y que podían comérselos. Uno con iglesia propia (ni Cristo la tuvo en vida), una forma de ser y ver el mundo que me acompaña en el sentir. Diego es una forma de música de fondo en la banda sonora que me cobija.

         
Según Signorini, su preparador físico, Diego decía que le hubiera gustado ser El Che sin darse cuenta, que a su manera, lo fue. Niño de villa miseria a millonario que defendió los mismos valores de cuando era "pobre".  Me dio mucho en forma de vivencias, alegrías, orgullo, frases y hasta me reía con sus incongruencias. Viajé con él donde fue, estuve ahí donde él estaba.

          Por eso hoy y hasta el fin, seguirá este amor incondicional.








          Son muchas las huellas e infinitas quedan fuera. No se puede tanto Diego, aunque nunca sea suficiente. Los recuerdos que se amontonan siguen la premisa del inicio: cuando se muere un ser querido, cada detalle, cada foto que aparece, cada video nos recuerda un gesto nuevo, nos trae una nueva frase, no permite evocar un tiempo que ya no será.
           Pero cuando un ser querido se nos muere a tantos, cada huella que dejó se vuelve a desandar como una manera colectiva de mantenerlo vivo. Ya no solo en el recuerdo; vivo. Por eso parece que nunca se fue: por la vigencia de su huella marrón, entre la tierra del potrero y el barro aceitoso del Riachuelo, la indeleble, la contradictoria, la rebelde, la precisa. La que supo abrazar al barrio y odiar a poderosos y villanos.” 
Nadia Fink, Diegologías 2024







“El que habla de presión es porque se está escondiendo.
El fútbol es motivación y el que no lo crea así que no juegue más.
Presión tiene el tipo que se levanta a las 5 de la mañana y
no tiene para llevar el pan a la casa.
Esa es la verdad.”





lunes, 21 de julio de 2025

Fito Páez y la música


          Me gusta de Fito que además de ser uno de los grandes músicos argentinos tiene esa lucidez que raya en lo antipático. Sus opiniones sobre todo son acertadas pero como si lo hiciera con un bisturí a veces incómodo.

          Dejo un extracto de su próximo libro de ensayos porque además lo hace todo (música, cine, letras) y en general, lo hace bien. 







     
ELOGIO DE LA MUSICA

         Por Fito Páez 

          Amo la música. Sé de su profundo poder sobre las personas. De los que la inventamos, la interpretamos y la escuchamos. De los efectos positivos de la musicoterapia en la recuperación y sanación en pacientes de todo tipo, de la fuente de acompañamiento que representa en infinidad de personas desde tiempos inmemoriales, de la profunda alegría que despierta en los cuerpos y en los espíritus.

          La música sí que libera. A menos que te hayas olvidado que sos una persona irrepetible, hay que saber que la música viene a recordártelo todo el tiempo. Aquí su carácter único y desalienante. De la misma manera que cuando se nombra que si hace mal no es amor, podemos afirmar que cuando hace mal, no es música. Lo que sale intoxicado de los parlantes va a la aire. En el aire se mueve la energía. Energía muchas veces intoxicada de desidia y desamor por la música. Que daña. Lo desnaturalizado de la creación amorosa nunca hace bien.

          La música incluso en sus momentos alegóricos, tristes o de extrañamiento de nuestra existencia posee el don de la liberación de esos sentimientos a través del llanto o alguna emoción profunda que termina por exorcizarlos o manifestarlos de una u otra manera.

          La música es positiva. Ayuda, acompaña, enseña, cura y transforma. Es una materia mística y alquímica por fuera de sus perfectas formas matemáticas. Ayuda al baile. Le da ritmo a la poesía y a la prosa. Armoniza los colores de los artistas plásticos. Le da sensualidad a la escultura. Templa la mirada. Enrarece el confort.

          Este elogio de la música tiene una finalidad poética. Restauradora.

          La música como arma contra todos los males de este mundo.

 

     
Cruces de gin en sal