Hoy se conmemoran 33 años de la muerte del artista de la política argentina. Juan Domingo Perón (8-10-1885/1-07-1974). Si, el extraño caso del militar que adoraban las masas se podría titular el post.
Dueño del don de la palabra y una oratoria que encantaba hasta a sus rivales, con una ilustración innegable que lo hicieron diferente de todo lo conocido en política argentina hasta el día de hoy.
Un hombre discutido, como todo lo que tenga que ver con la política, pero que los años lo ubican cada vez más como el referente de todo lo bueno que se podría lograr con ella, inclusive con las fallas inevitables en esta doctrina o profesión falaz.
Y ni hablar que en el mismo combo viene una figura como Evita, mujer referente ya de la historia mundial femenina, otro caso para un post más extenso todavía.
Que mejor descripción que las palabras del más influyente en este momento de los historiadores argentinos Felipe Pigna, introducción escrita en el suplemento Mitos Argentinos del diario Clarín:
Juan Perón, el nombre del siglo
Fue y sigue siendo el único argentino que llegó tres veces a la presidencia. Compartió con Evita el sitial destinado a los argentinos más amados y odiados por sus compatriotas. Surgió a la política en un momento clave de la historia nacional y mundial, construyó su plataforma ubicando en el rol protagónico a un sector social postergado históricamente: el movimiento obrero.
Planteó una alianza de clases, imaginando que la burguesía argentina estaría dispuesta a renunciar a parte de sus privilegios para garantizar la paz social y el progreso nacional. Pero fue inútil. (...)
El estado peronista significó el momento de mayor transferencia de ingresos de la historia argentina hacia los sectores populares, que accedieron a niveles inéditos de participación política, educación y consumo. Es decir, inclusión social.
El 1° de Julio de 1974 amaneció nublado, no era un día peronista. Los partes médicos alertaban sobre el inminente final de la vida del hombre que había manejado la política argentina a su antojo desde 1945.
Para muchos era quien había transformado la Argentina de país agrario en industrial, y en paraíso de la justicia social.
Para otros, menos, pero no pocos, era un dictador y demagogo que terminó con la disciplina social y les dio poder a los "cabecitas negras". Lo cierto era que la política nacional llevaba su sello, y como decía el mismo, en la Argentina todos era peronistas, pro o anti, todos tenían ese componente.
Dueño del don de la palabra y una oratoria que encantaba hasta a sus rivales, con una ilustración innegable que lo hicieron diferente de todo lo conocido en política argentina hasta el día de hoy.
Un hombre discutido, como todo lo que tenga que ver con la política, pero que los años lo ubican cada vez más como el referente de todo lo bueno que se podría lograr con ella, inclusive con las fallas inevitables en esta doctrina o profesión falaz.
Y ni hablar que en el mismo combo viene una figura como Evita, mujer referente ya de la historia mundial femenina, otro caso para un post más extenso todavía.
Que mejor descripción que las palabras del más influyente en este momento de los historiadores argentinos Felipe Pigna, introducción escrita en el suplemento Mitos Argentinos del diario Clarín:
Juan Perón, el nombre del siglo
Fue y sigue siendo el único argentino que llegó tres veces a la presidencia. Compartió con Evita el sitial destinado a los argentinos más amados y odiados por sus compatriotas. Surgió a la política en un momento clave de la historia nacional y mundial, construyó su plataforma ubicando en el rol protagónico a un sector social postergado históricamente: el movimiento obrero.
Planteó una alianza de clases, imaginando que la burguesía argentina estaría dispuesta a renunciar a parte de sus privilegios para garantizar la paz social y el progreso nacional. Pero fue inútil. (...)
El estado peronista significó el momento de mayor transferencia de ingresos de la historia argentina hacia los sectores populares, que accedieron a niveles inéditos de participación política, educación y consumo. Es decir, inclusión social.
El 1° de Julio de 1974 amaneció nublado, no era un día peronista. Los partes médicos alertaban sobre el inminente final de la vida del hombre que había manejado la política argentina a su antojo desde 1945.
Para muchos era quien había transformado la Argentina de país agrario en industrial, y en paraíso de la justicia social.
Para otros, menos, pero no pocos, era un dictador y demagogo que terminó con la disciplina social y les dio poder a los "cabecitas negras". Lo cierto era que la política nacional llevaba su sello, y como decía el mismo, en la Argentina todos era peronistas, pro o anti, todos tenían ese componente.
Juan Domingo Perón, un antes y un después en el arte de la política Argentina y mundial.
Tremendo post, y como diria mi viejo: Viva Peron carajo!!! jeje, saludos.
ResponderBorrarSe podra discutir mucho sobre Peron y el Peronismo, pero sin dudas fue la persona que hizo mas por la igualdad de los Argentinos.
ResponderBorrarJajaja.......mi viejo decia lo mismo.