La irrupción de Quentin Tarantino en el cine fue una bocanada de aire fresco y un cachetazo al anestesiado cine mainstream.
Desde su ópera prima, Quentin te puede gustar o no, pero no te va a dejar indiferente. Tomamos Reservoir Dogs no porque sea mejor que Pulp Fiction –no lo es- sino porque en ella ya está marcado su particular estilo. Una película que comienza con la frase: “ Like a virgin es sobre una chica que conoce a un tipo con una pija grande”; es algo serio.
Los robos o los llamados “homenajes” no distraen la narración, sino que derivan en situaciones nuevas, en la hiper conocida anécdota de su paso por el video club; pero a diferencia del que roba por robar, éstas enriquecen su cine al punto de que su incesante desfile de gustos clase B (Madonna , las películas de gangsters japonesas, música y series de los 70's), no nos molesten y al contrario, nos resulten gustos encantadores.
La ruptura de tiempo que luego haría famosa a Pulp Fiction está ya presente, con el plus de que trata sobre un robo que nunca se ve (nobleza obliga: esto ya se vió en la gran The Killing de Stanley Kubrick). Quentin hace avanzar sus relatos por medio de diálogos banales que se tornan irresistibles, atravesados por una rara libertad –como la ausencia total de mujeres- y con mucha onda por su seducción constante hasta en los detalles insignificantes, como esos trajes negros parodiados y apropiados hasta por los CQC vernáculos.
Pero la base donde se apoya el filmy el propio Quentin es en su tremendo y efectivo montaje. Montaje que brilla de la misma manera aquí que en las dos partes de las fallidas Kill Bill. Como ejemplo, la secuencia de la falsa anécdota de Tim Roth, de lejos el mejor papel para su actor fetiche de esta primera etapa, que luego llamara para el episodio de Four Room y que también es el que abre y cierra la gran Pulp Fiction.
Los frenéticos flashbacks nunca –o pocas veces- fueron mejor utilizados, tanto por su información como por la agilidad que brinda al relato/cuento. Reservoir Dogs es su visión de cómo se deben re-hacer, las películas tantas veces vistas en el amado video club de su adolescencia. Ni hablar de su banda de sonido, hoy ya un clásico total.
Su cine posterior a Pulp Fiction es tan irregular como el de cualquier hijo de vecino. Los rumores de sus futuros proyectos como una bélica (podría ser interesante) no indican una clara mejoría. A disfrutar de este nuevo clásico que en su revisión me pareció tan placentera como la primera vez.
Igualmente con lo ya realizado, Quentin pertenece para siempre al panteón de los elegidos.
Que buena pelicula, tendria que volver a verla...hace tantos años ya
ResponderBorrarprotohuamano
ResponderBorrarperodón, quise decir que soy Protohumano, y que el blog está excelente... como siempre. me mató el trailer de la peli de kubrick... se me llenó de sangre el comedor
ResponderBorrar+
para mí es el mejor tarantino, sin duda. no soy tan fan como tú de pulp fiction, sólo me gusta la parte de travolta y uma thurman.
ResponderBorrarvolví a ver 'reservoir dogs' cuando se estrenó kill bill y sigue tan moderna.
un abrazo.