PRINCE - Purple Rain (1984)

          El disco Purple Rain (1984) fue genial en todo sentido con éxito comercial y un film del mismo nombre que desató todo el furor llamada La Princemanía. El nacimiento de la super estrella. Un discazo por derecho propio y la piedra filosofal en lo que concierne a la vida musical del morocho.


          Púrpura: El color de la realeza y de la libertad sexual. Luego de hacerse conocido  por el público blanco con su anterior disco doble 1999, Prince logra la cima de la popularidad con esta lluvia colorida.

         Es equivocado pensar que el film del mismo nombre ayudó a encumbrar las ventas del álbum. Purple Rain fue lanzado dos meses antes del estreno de la película vendiendo la friolera de 2 millones de copias en solo ese corto tiempo, y colocando 4 simples en los primeros puestos del chart. Hoy dicen vendió cerca de unos 20 millones en total. Ventas que si lo comparamos con el disco que marcó y revolucionó los '90 como Nevermind de Nirvana, están al mismo nivel o superior




         
          Purple Rain es un álbum novedoso que impacta por la mezcla de estilos sin sorprender por ser Prince. Con la guitarra bien al frente como principal exponente en desmedro del dominio habitual del teclado en su anterior discografía. Potencia en el inicio con Let´s go crazy, rock furioso, visceral, con un solo final deudor de la influencia de Jimmy Hendrix. Visible también en la vestimenta colorida y kitsch que utiliza en el film y en todos los shows de la gira de este álbum.

          Le sigue un dueto con la infartante Apollonia Kotero en la simple y pop Take me with you. Darling Nikki y sus aires árabes es famosa por su escabrosa letra que habla de masturbación femenina. La tecnosa Baby, I´m star no aporta demasiado pero sí mucha intensidad. Las palmas se las lleva When doves cry, un simple irresistible por su ritmo contagioso y un juego de voces impecable. También el buen uso habitual del teclado y -cosas de Prince- por ser un tema sin bajo.

         Sin dejar de nombrar por supuesto al tema que le da nombre al álbum: Purple Rain, una balada lacrimógena y efectiva que se convertiría en un himno de este artista, y un repetido final de todos sus futuros shows. De los denominados clásicos. 

         The beautiful Ones y la instrumental Computer Blue muestran bellas melodías y el buen gusto de este príncipe en uno de los picos creativos de su carrera. Como anécdota, Purple Rain se exhibió en Argentina en un cine de la calle Lavalle durante solo ¡una semana! demostrando el atraso y la indiferencia clásica de la juventud argentina tan propensa solo a la moda imperante.

          Este álbum y el mismo Prince, se convierten en piedra angular para entender y valorar en toda su dimensión a la extraña y rica en estilos década del ochenta. Un tiempo musical que actualmente es revisitado y que este artista surge como uno de los referentes tanto por matices musicales como por riqueza interpretativa y técnica. 

          Purple Rain además es un hecho que se da pocas veces en un artista. Pico creativo y de ventas, acompañado de una espectacular y sólida banda (The Revolution). Film exitoso (más de 70 millones de recaudación) que representa al álbum casi como un clip gigante. Un show literalmente demoledor y maratónico, considerado ese año el mejor desplazando al patriota a Springsteen y su E Street Band.

          Hubo una semana de 1984 en que Prince era número uno en el ránking de singles (When doves cry), de discos y de películas (ambas con este Purple Rain), hecho solo igualado por Elvis Presley y The Beatles nada menos. Al día de hoy, sigue figurando en toda encuesta de la prestigiosa revista Rolling Stone como uno de los mejores discos de la historia del rock & roll.

"Prince es a la música disco de los ochenta, lo que Hendrix fue al rock de los sesenta: una figura de destacado talento, histrionismo, imaginación y carisma animal, cuyo atractivo trasciende a cualquier consideración sobre  color o credo religioso"

Tony Mitchell, Sounds 1984