Lo bueno de crecer o madurar es que vas descartando las cosas que te ocupaban pero que no tienen importancia. No hay tiempo para perder y hay que aprovecharlo lo mejor posible. Me sucede con el blog. No es tanto que me cueste actualizarlo (aunque ideas no sobra ni una), pero no tengo la constancia para la interacción con los demás, parte fundamental de la dinámica.
No sirve de mucho -para mí- postear y no visitar a los compañeros de red social, no tanto por tener comentarios (que gracias a ustedes los tengo), sino porque me parece una falta total de empatía propia.
Menos es más dicen así que aunque sea espaciado por acá estaremos tratando de cumplir con los amigos bloggers en sus sitios. No es obligación, es agradecimiento. Son muchos años en este hermoso espacio que no quiero perder de ninguna manera.
No sirve de mucho -para mí- postear y no visitar a los compañeros de red social, no tanto por tener comentarios (que gracias a ustedes los tengo), sino porque me parece una falta total de empatía propia.
Menos es más dicen así que aunque sea espaciado por acá estaremos tratando de cumplir con los amigos bloggers en sus sitios. No es obligación, es agradecimiento. Son muchos años en este hermoso espacio que no quiero perder de ninguna manera.