Y al fin llegó el momento. El mejor personaje del comic argentino se transformó en estatua y vive en Buenos Aires, atento a la espera de una nueva invasión. Digo el mejor porque solo Mafalda le podría disputar ese privilegio, la creación de Oesterheld con los dibujos de Solano López se transformó en un emblema de justicia ante la adversidad, en el líder grupal que tanto nos gusta siendo tan solo un comic.
Es alto el muchacho y yo muy petiso
Tardó la escultura en materializarse por los derechos del personaje, sino tendría que haber sido una de las primeras. Pero bueno, no nos quejemos que hoy engalana la costanera sur argentina con su presencia y está muy bien. Se hizo justicia.
Y si hablamos de libros y popularidad, en cualquier puesto de libros callejeros de Argentina nunca faltan un ejemplar de El Eternauta y una copia de La Naranja Mecánica. Infalible eso.
El héroe atento en la ciudad
Frente al museo de la historieta, el lugar por el cual se crearon todas las imágenes
Asusta la mirada fría y desesperada de Juan Salvo
Estaré siempre esperando una película digna para esta historieta (y abono a la idea de Federico D'Elía para el personaje!)
Y ese día estaba así además, como a punto de caer una nevada mortal en serio
El gran -y ahora tanguero- Melingo (ex Abuelos de la Nada, Los Twist y Lions in love), le dedicó hace unos años una canción a El eternauta y Juan Salvo. Y también este reggae sobre la Nevada Mortal. Un fan mas.
¡¡¡Y paren las rotativas!!! También se realizó la demorada escultura de El Loco Chávez, que también fue una entrada de este blog por lo fallida de la idea. La verdad que quedó muy bien.
Obra máxima del comic argentino, hay un antes y un después de El Eternauta. Creación de Oesterheld (1917-1977) hace 50 años, la noticia que nos devuelve el recuerdo es que en estos días se van a entregar gratuitamente en los colegios este comic indispensable.
Además de la historia del héroe Juan Salvo se incluye una biografía de su autor que fue secuestrado/desaparecido en el año 1977 por la dictadura militar junto a sus cuatro hijas, dos yernos y cuatro nietos. Los gurbos, los manos, la pelea en la cancha de River, Martita, recuerdos de este comic de relectura constante por descubrir varias capas de información que se tejen (cultural, política, social, de guión) y que se escapaban en la niñez que enriquecen la lectura actual.
Lo sucedido con Fontanarrosa pone a flor de piel el recuerdo y la pérdida de estos artistas y sus personajes entrañables. Oesterheld, Fontanarrosa y Quino podrían ser tranquilamente, la santa trinidad del comic nacional.
Ciencia ficción en plena capital de Buenos Aires, unas segunda y tercera parte que no le hacen honor a la primera (no leí lo nuevo que se realizó con este personaje), hacen de El Eternauta y su autor, un referente de la cultura Argentina.