sábado, 30 de enero de 2010

FABIAN BIELINSKY


          Nunca dejo de lamentar las grandes pérdidas artísticas de mi vida que se van acrecentando con el tiempo: Luca Prodan, Freddie Mercury, Kurt Cobain, Alberto Olmedo, Stevie Ray VaughanMichael Hutchence, Spinetta, David Bowie, Prince. Y hasta a veces me hago problemas por algunas que no viví como con la de John Lennon.

          Gente que deja rastro y que se las recuerda con a
legría y algo de angustia. Agrego a alguien con solo dos
obras realizadas demostrando que se trata de algo grande.


          Fabián Bielinsky es un gran director argentino con derecho de entrar al panteón cinéfilo que lidera en las alturas el gran Leonardo Favio. "Nació" con Nueve reinas (2000) en un éxito unánime con remake yanki donde la consideraron “una clase maestra de cine” o “un clásico del género negro”. Nada más para agregar, mi reseña de El Aura.

          Después de ese milagro que fue Nueve Reinas, ópera prima con éxito de crítica y público superlativo, en la cabeza del director pasaron muchas cosas. Por eso los cinco años para meditar el próximo paso. Proyecto que data de mucho tiempo y que el éxito anterior cambió de tono para realizarlo más lúgubre que en su nacimiento. Se hizo esperar y resultó la confirmación de su talento, demostrando que no fue ninguna casualidad lo hecho.

         Esta vez el mejor actor argentino Ricardo Darín no se convierte en lo más importante del film, no necesita desplegar todo su bagaje expresivo en este taxidermista epiléptico, mérito del director que hasta parece decirnos que su primer opus fue sólo una excusa para realizar este.

          El Aura es la antítesis perfecta de su precedente pero como aquella es redonda, con guión sólido y con excelencia en todos sus rubros. Oscura, se apoya en sus climas, pausada sin ser lenta; solo el comienzo nos remite a Nueve Reinas con las escenas del cajero y del soñado robo filmado con la precisión y el timming marca registrada ya de Bielinsky.



          Hay referencias. El uso de la música clásica y los bellos encuadres nos remiten a Kubrick, el climas a los thrillers de Hitchcock, los bosques espesos a los de Shyamalan. Hasta el montaje del comienzo, con su apesadumbrado y estático protagonista, nos recuerda al genial Buster Keaton.

          Detalles de un guión de relojería relajado. Solo un "lapsus" seria descartable que es cuando el protagonista cuenta su experiencia con sus ataques. Una escena deudora del explícito cine argentino. Un film con varias capas, que se escapan en una única mirada.


          Un robo promedia la película y la parte en dos. Forma atípica de abordarla con un robo que se siente más que lo que se ve y que agrega una dosis de "casualidad" al guión sin perjudicarlo. Gracias también por un bello final abierto, detalle casi inédito en el cine argento de los últimos 30 años.

          Una película que nos reconcilia con la idea romántica de los que creemos que el dinero no es la solución, ni la única opción. Y que no cambia a nada ni a nadie. Un pensamiento tan oscuro/placentero como El Aura, nuevo clásico del cine argentino todo.


Por si fuese poco... ¿Cuanto hace que no se veía un poster así?



“Sus películas restauran la atmósfera que hacía del viejo cine negro algo tan poderoso...
Bielinsky, en el que tristemente será su último filme, demuestra una maestría formal que da miedo”.

A. O. Scott
(New York Times)


“Es una película obligatoria para los amantes del género, el thriller más original que he visto desde Memento. Es un excelente testamento de su gran talento, pero es duro saber que no veremos que podría haber hecho después... En este cuento nihilista de héroes sin nombre, mujeres golpeadas, esposas desaparecidas, matones autodestructivos y violencia sin sentido, hay algo más –tal vez una obra de Beckett o una película de hombres lobo- tratando de salir”.
Andrew O’Heir (Salon)


lunes, 11 de enero de 2010

TOM JONES - Kiss

          Cuando se habla de covers o versiones de canciones, se dice que la original siempre es la mejor. No está muy errado el dicho pero se pueden llegar a hacer cosas de gran calidad como lo demuestra esta Kiss de Prince realizada por Tom Jones junto a los Art of Noise.

          Y tienen la valentía de  hacerla sin el leiv motiv principal, esa guitarra funky e insidiosa que en su brevedad define todo el tema. Tampoco está el sonido espasmódico del hi-hat ni esos arreglos que hacen de Prince un músico diferente.

        ¿Entones como es tan buena? Es que conservan la estructura y los coros (no son tan locos), de forma orgánica, natural y claro que con la voz de Tom Jones todo se hace un poco mas fácil.

          Siempre se dice que una gran melodía no se la puede arruinar y este es ese 
caso. Una gran versión de un clásico del pop.


viernes, 8 de enero de 2010

LA NADA



Quería hacer un nuevo post.
Pero nada, no se me ocurre nada.
No sé de que escribir en estos días.
La foto (gran foto trekker), es solo para despistar.

La próxima entonces gente.
Saludos a todos...