

La simpatía y desfachatez que le imprime a su personaje hace la diferencia y recuerda a otros grandes momentos con animales (como el famoso perro de sus cortos iniciales junto a Fatty Arbuckle).

En Go West! (1925) el secundario no es una persona sino la querible vaca llamada "Ojos marrones". Un genio sin par.

Escena del mono en The Play House (1921)