El crecer y vivir también trae momentos incómodos. Se retira el gran Rafael Nadal. Hablo del paso del tiempo en forma negativa por él y su cuerpo maltrecho y por mí que veo como se retiran mis ídolos deportivos preferidos. Con el cariño que siempre hablo de Maradona podría hacer lo mismo con Rafa: él me acompañó en toda mi vida de ver tenis, mi deporte preferido luego del fútbol. Y con el plus de ser un gran ídolo sin ser argentino. No es poco.
Talentoso como cualquiera de los grandes pero con una garra y un esfuerzo poco común, lo amé en toda su carrera desde esa primera copa Davis jugando para España en el 2004. Veinte años después, quizá queda algún partido suyo en la misma competencia donde lo descubrí y espero no perdérmelo.
Ya llegarán entradas sobre sus logros o algún recuerdo propio pero hoy solo quiero hacer honor a su figura y a mi corazón triste, para poder decirle de forma espontánea gracias, gracias por todos estos años Rafael...
Avisé a la familia que iba a estar ocupado todo el día. Se jugaban cosas importantes en lo deportivo que incluían a mi país y a la querida España. Me levanté temprano el domingo(?) para ver a las 10.00 hs el partido de Alcaraz y Djokovic en Wimbledon. Los tres comentaristas latinos daban ganador al croata y me preocupé cuando no lo estaba. Luego el español lo borró del pasto y no hubo mucho sufrimiento más allá de ese final apretado del tercer set. Empecé bien.
Por la tarde no solo era España la que jugaba la final de la Eurocopa sino que enfrentaba a la odiada Inglaterra (y ya saben todos el por qué de eso), así que el deseo de la victoria española era doble. España jugó muy bien (como siempre), y el empate en los últimos minutos me hizo pensar lo peor pero ese gol final se festejó bastante.
Por la noche el plato fuerte, la final de la Copa América frente a Colombia. No hay mucha rivalidad entre ambos pero es una final (y 28 partidos invictos ellos). Y en un partido parejo que se jugó con mucha actitud e intensidad (con Messi afuera lesionado y llorando), se ganó sobre el final porque si no se sufre, no vale. Una linda costumbre.
PD1: Di María retirándose con toda la gloria. Se lo merecía.
PD2: Lo de Inglaterra da risa. Se dice que ellos inventaron el fútbol para que los torneos los ganen otros. Todos tus vecinos felices. No te quiere nadie hoolighan...
PD3: El largo domingo terminó a las 2.00 hs del día lunes pero se justifica. Lo próximo es la finalísima contra España. Otro día de festejo propio.
La imagen del ídolo en la primer infancia permanece intacta para siempre. Me sucede tanto con el Loco Gatti, el Pato
Fillol, Diego Maradona como con Guillermo Vilas, un antes y después en el tenis, deporte que él hizo popular en el país.
El problema de si fue n° 1 del ránking importa para reconocer su esfuerzo y valía. Hoy con un
alzehimer agravado, llegará tarde el reconocimiento para que lo disfrute (si es que algún día llega). Comparto una nota hablando de ello de forma imparcial y clara. Si les interesa vean la hermosa serie que se hizo sobre su carrera en Netflix.
Para nosotros, siempre Vilas fue número 1, con todas las reglas.
¿Guillermo Vilas fue alguna vez el jugador número
uno del mundo?
Hoy en día, la fórmula del ranking ATP es lo único
disponible. Puede que no estés de acuerdo con sus prioridades o sus
conclusiones, pero la computadora de la ATP es tan oficial como parece. Según
ese estándar, Vilas alcanzó el puesto número dos. A finales de 1977, una
temporada en la que el argentino logró un récord de 131-13 y 16 títulos,
todavía era el número dos. Jimmy Connors ocupó el primer puesto.
En 1977, las
clasificaciones de la ATP tenían sólo cuatro años. Durante décadas, los
jugadores y los torneos se habían basado en listas publicadas por periodistas,
federaciones nacionales y paneles de expertos. Esas tablas no
desaparecieron simplemente cuando la asociación de jugadores reveló su propia
fórmula. La mayoría de los expertos observaron el historial de Vilas (incluidos
los campeonatos de Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos) y decidieron
que él, y no Connors, era el zurdo que debía estar en la cima del montón.
Se vuelve aún más
complicado. En los primeros años de las clasificaciones, la ATP no
publicaba una lista actualizada cada semana como ahora. El periodista
Eduardo Puppo se propuso corregir el registro como misión personal. Con la
ayuda del matemático rumano Marian Ciulpan, reconstruyó las clasificaciones de
esas semanas faltantes. Su trabajo sugiere que, si la asociación se hubiera
molestado en mantener la tabla actualizada, Vilas habría sido el número uno
durante siete semanas entre 1975 y 1976.
La controversia
debería haber terminado ahí. La base de datos de resultados de Ciulpan es al
menos tan completa y precisa como la de la ATP. Su esfuerzo por recrear la
fórmula de clasificación de la época refleja mucha más diligencia de la que el jugador jamás reunió por sí solo. Pero no. El tenis
rara vez ha dejado sin librar una posible batalla legal de varios años. Cuando
Puppo y Ciulpan presentaron su investigación, la ATP no la refutó. Básicamente
lo ignoraron. En sus libros de récords, Vilas se queda fuera del codiciado club
número uno.
Lo extraño de
aceptar la propia medición de la ATP como evangelio es que la vara de medir en
sí ha cambiado. La asociación ha modificado continuamente su algoritmo de
clasificación en sus 49 años de existencia. La fórmula ha cambiado mucho desde
1977. Los jugadores se clasifican según
la suma de los puntos obtenidos en sus 18 mejores eventos. (no es tan simple, pero esa es la idea básica).
Cuando Vilas estaba en su apogeo, el sistema se basaba en un promedio de puntos
por torneo. Ese enfoque tendía a favorecer a los que jugaban menos y sobresalían en algunos eventos importantes a expensas de los que trabajaban duro durante más semanas al año.
Si se aplicara la
fórmula actual a la temporada de 1977, Vilas luciría mucho mejor. Ganó dos
majors, llegó a la final del Abierto de Australia y ganó otros 14 títulos.
Podríamos discutir los detalles de cómo esto se traduce en puntos en la escala
moderna pero casi definitivamente le darían el puesto número uno.
Connors, con su campaña de cero golpes, no estaría ni cerca. Irónicamente,
Jimbo podría caer hasta el tercer lugar. Si bien Björn Borg no jugó tanto como
ninguno de los dos, ganó Wimbledon y registró un récord de victorias y derrotas
de 75-6.
Una opinión más.
Mis calificaciones históricas de Elo (el sistema que más se acerca a estimar
qué tan bien estaba jugando cada hombre y qué probabilidades había de ganar
partidos posteriores) coinciden en que Vilas era el número uno. Obtuvo el
puesto durante una semana en 1975, luego 31 semanas más entre octubre de 1977 y
marzo de 1978.
Para mí la
cuestión está zanjada. Vilas era el mejor jugador del mundo. Los fanáticos
conocedores han pensado en el zurdo como el número uno durante 45 años, y la
ATP no se hace ningún favor al bloquear al argentino de su club más elitista.
Todo lo que queda es mover algunos bits en un servidor de base de datos en
Florida.
Todo lo que se
habla sobre clasificaciones oscurece cuán alucinante fue esa temporada de 1977.
Vilas, conocido en todo el mundo como “Willie”, es el único hombre en la era
Open que ha ganado 16 títulos en un mismo año calendario. Sus 131 victorias también son un récord. (Una fuente incluso le da 139 con exhibiciones. De cualquier manera: ganó mucho).
Entre Roland
Garros y un torneo en Aix en Provence a finales de septiembre, el argentino
ganó 53 partidos consecutivos en canchas de arcilla. Perdió la final de Aix
ante Ilie Năstase (en circunstancias cuestionables por el uso de una raqueta doble encordado luego prohibida) y luego logró otras 21 finales seguidas para terminar la temporada. Invierta el
resultado del partido de Năstase y obtendrá una racha de 75 victorias
consecutivas en tierra batida. Incluso podría haber llegado a 80. Willie se
retiró de un torneo de Madrid la semana después de Aix, citando una lesión que
sufrió jugando contra el rumano.
La única objeción
que se podría hacer al dominio de Vilas en ese tramo es que en general, logró
evitar a los otros mejores jugadores del mundo. Borg se saltó el Abierto de
Francia por lo que
el argentino no lo enfrentó en toda su racha. Habían jugado dos veces en
arcilla en abril y Björn ganó ambos encuentros. Vilas se enfrentó a Connors
sólo una vez. Al menos el sudamericano aprovechó esa oportunidad para hacer una
declaración. En la final del US Open, envió a Jimbo a casa en cuatro sets,
terminando el trabajo 6-0.
En los otros 73
partidos que componían la racha de Vilas, derrotó a cualquiera que se atreviera
a presentarse a un evento sobre tierra. Brian Gottfried era lo más parecido a un especialista en tierra batida, llegó a la
final francesa y le quitó sólo tres juegos al argentino en tres sets. Sports
Illustrated lo llamó "desconcertado". La pareja jugó dos finales más
ese verano y Willie no perdió ni un set. Raúl Ramírez, Eddie Dibbs, Roscoe
Tanner, Harold Solomon, Wojtek Fibak, Stan Smith, Jaime Fillol… Vilas les ganó
a todos. Los venció a
todos, excepto a Năstase.
Năstase no era
tan bueno en arcilla como el argentino (en ese momento nadie lo era), pero no
estaba muy lejos. Combine los tiros de Ilie con las cuerdas hiperpoderosas y
Vilas no tuvo ninguna posibilidad. Năstase ganó los dos primeros sets, 6-1,
7-5, y Guillermo se negó a continuar.
El argentino
también parecía carecer del tan cacareado instinto asesino. Țiriac dijo:
"Este tipo no es capaz en vida de matar una mosca". Si fuera posible
subcontratar un instinto asesino al entrenador, Willie lo habría hecho. La
combinación habría creado al mejor tenista de su época. Lo que Țiriac
pudo hacer fue asegurarse de que su pupilo fuera el hombre más en forma de la
gira. Sus compañeros colapsaban a mitad de los entrenamientos de Țiriac-Vilas.
El técnico rumano elaboró una estrategia para cada rival y luego la practicó
hasta que ya no pudo seguir practicándola.
En la final del
US Open de 1977, Vilas expuso una debilidad de Connors al atacar constantemente
el golpe de derecha de Jimbo. "Practiqué eso nueve horas o algo así en
los últimos días".
LA SOMBRA SUECA
Resultó que
alcanzar su punto máximo al mismo tiempo que Björn Borg no era una buena idea. Entre 1976 y
1980, Vilas perdió once encuentros seguidos con el sueco. Willie siguió siendo
una espina clavada para todos los demás en las canchas de arcilla,
especialmente para el equipo de Copa Davis de Estados Unidos cuando se vio
obligado a jugar eliminatorias fuera de casa en Buenos Aires. Vilas incluso
desarrolló un juego viable para canchas de césped, ganando los títulos del
Abierto de Australia de 1978 y 1979 en campos de nivel medio. Pero nunca
más amenazó con convertirse en el número uno.
FINAL
La
reputación de Vilas como uno de los grandes de todos los tiempos se basa en esa
excepcional temporada de 1977 y su capacidad para superar los niveles ya
estratosféricos de Connors y Borg. Su tiempo en la cima fue corto, al menos en
comparación con los reinados de sus dos principales rivales. Pero merece ser
reconocido por alcanzar el puesto número uno, incluso si el galardón llega casi
medio siglo tarde.
El tenis acumula gente legendaria, proezas que hoy parecen imposibles. Reunieron datos de las 10 más increíbles de sus leyendas y las comparto. Lo curioso es que solo las mujeres aportan datos de décadas pasadas, los hombres son los de siempre, el denominado Big 3.
Los primeros párrafos están extraídos de mi página favortia de tenis, la española PUNTO DE BREAK y luego de ellos, coloco mi apreciación.
1. Los 167 títulos de Martina Navratilova
La longevidad triunfal de la checoslovaca
constituye uno de los aspectos más meritorios de la historia de este
deporte y este dato lo demuestra perfectamente. Mucho más si tenemos en
cuenta que el recordman es Connors y tiene "solo" 109 títulos.
Una máquina, un robot Martina pero con talento como pocas. Mi gran favorita cuando mis ídolos eran solo Vilas y ella. Fue completa y la única rival seria para un hombre (partido legendario frente a Connors en los 80´s).
2. Serena Williams y sus 23 títulos de Grand Slam en Era Open
El ansia que mostró la estadounidense por sumar el
24º y el desasosiego experimentado por no conseguirlo pueden opacar
algo su gesta, pero conviene recordar que es la mujer que más títulos de
este nivel ha logrado en la Era Open. Mérito impresionante.
El padre de las Williams digitaba sus carreras al punto de decidir quien ganaba entre ellas cuando se enfrentaban. Una verguenza y en general favorecía a la menor (sabía de su potencial). Yo prefería a la mayor, Venus.
3. El Golden Slam de Steffi Graf
Jamás nadie consiguió ganar los cuatro Grand Slam
en la misma campaña después de que lo hiciera la germana, máxima
dominadora durante ese tiempo. Lo hizo en 1988 y se antoja complicado
pensar que alguien pueda lograrlo próximamente.
Odiaba a Graf, como me pasa con casi todo lo alemán. Fría, calculadora, letal. Nuestra Gabriela Sabatini, que en ese momento brillaba, se notaba que le tenía miedo. Insufrible.
4. Los 125 triunfos consecutivos de Chris Evert en tierra batida
Dominadora absoluta sobre tierra batida, la
estadounidense gestó este récord combinado con el de ser la máxima
ganadora en Roland Garros, con siete entorchados. Resulta inconcebible
imaginar que alguien sume tantos triunfos seguidos en la misma
superficie hoy en día.
Ni fu ni fa, caso parecido a lo que me sucede con Roger Federer. Y si hablamos de polvo de ladrillo pienso en Vilas y Nadal, nunca en ella.
5. Las 21 temporadas consecutivas de Martina Navratilova ganando algún título
Una prueba fehaciente de la consistencia y
regularidad de Martina es este asombroso dato, que hoy en día se antoja
inconcebible. La igualdad imperante y cierta inconsistencia de los
mejores hace que, a corto plazo, no parezca probable que alguien pueda
permanecer tanto tiempo a un nivel alto.
Elogiable pero algo que va a terminar superando el insoportable de Novak si es que logra ganar aunque sea un título en los próximos 3 años. Fuiste Martina...
6. Novak Djokovic y su doble "Golden Masters"
Simplemente impresionante. El serbio es el único
jugador que sabe lo que es ganar en todos los Masters que ha disputado,
pero es que acumula, como mínimo, dos títulos en cada uno de ellos. Lo
más increíble es que si gana en Montecarlo, tendrá el triplete en todos
ellos.
El pesado. El que vino a desbancar a los dos grandes favoritos de todos. Por eso todos lo odiamos sabiendo claro, que quizá es el mejor de toda la historia. En fin, a seguir soportándolo.
7. El imperio de Rafael Nadal en Roland Garros
Resulta inconcebible pensar que alguien pueda, ni
siquiera aproximarse, a la hegemonía mostrada por el balear en París. No
son solo los 14 títulos, sino también ese balance irreal de 112-3 que
parece extraído de un guion de película de ciencia ficción.
Mi eterno gran preferido. Sufro porque comienza su 2024 del retiro, pero contento por haber sido contemporáneo y disfrutar del tenis de esta bestia.
8. Las 237 semanas seguidas como número 1 de Roger Federer
El suizo dominó con puño de hierro durante una
parte de su carrera y fue capaz de encadenar una racha que parece
difícilmente batible. Nadal estuvo amenazando su corona durante una
parte de todas esas semanas y fue quien terminó por evitar que la cifra
siguiera creciendo.
Nunca lo quise, cuestión de piel. Talentoso sin esfuerzo, prefiero la gesta del más débil, del luchador, del no favorito, por eso me fue infierente. 100% talento, 0% mentalidad. Exagero claro, pero ustedes me entienden...
9. El máximo de puntos jamás registrado en el ranking ATP de Novak Djokovic
Corría el 6 de junio de 2016 cuando Djokovic
apareció en el ranking ATP publicado ese día con la friolera de 16.950
puntos, una cifra a la que nadie más se ha acercado nunca. Se requiere
de una acumulación de éxitos impresionante, que tan solo cuatro títulos
de Grand Slam consecutivos podría ofrecer.
Insoportable. Solo eso.
10. La permanencia de Rafael Nadal en el top-10
Casi 18 años estuvo Rafa entre los 10 mejores del
mundo, sin fallar ni una semana en ese selecto club. Ni las lesiones, ni
alguna racha negativa, ni algún otro imprevisto pudieron impedir que el
español saliera de ahí entre 2005 y 2023. Una locura absoluta.
La primera vez que leo algo con sensibilidad de un deportista que no queremos solo por ser el gran rival de los favoritos de todos: Federer y Nadal. Más si uno es padre y entiende algo más de lo que habla.
Igual, aunque no lo reconozcamos, sabemos en lo profundo de nuestra psiquis que el serbio es el más completo de todos los tenistas que vimos alguna vez.
"Lo primero que quise hacer, justo después de intercambiar palabras con
Daniil en la red, era abrazar a mi hija. Ella me inspiró para poder
ganar, es mi ángel de la guarda, mi niña, mi inspiración. No sabía que
iba a estar sentada en el lugar en el que estuvo durante la final,
quedaba justo enfrente mía una vez me sentaba en cada intercambio y
cada vez que necesitaba algún tipo de ánimo o apoyo ella estaba ahí,
mirándome, animándome, sonriendo... eso me ganaba por completo, sobre
todo estando en una situación de tanto estrés, con momentos de altísima
tensión, especialmente en el segundo set. Necesitaba algo, y la veía a
ella y canalizaba esa energía divina hacia mí. Eso fue lo que sentí".
Novak Djokovic la mañana posterior a su título en el US Open 2023. Publicado por Puntodebreak.com
"El mejor" y '"El más grande", dos conceptos que pueden parecer primos hermanos pero que no tienen nada que ver. De hecho, rara vez el mismo deportista suele enfundarse en ambos trajes. Michael Jordan, Diego Armando Maradona, Tiger Woods, Valentino Rossi o Muhammad Alí.
¿Qué tienen todos en común? Exacto, que ninguno de ellos fue quien más éxito deportivo tuvo en su respectiva disciplina. Y sin embargo, todos sabemos el lugar que ocupa cada uno en el imaginario deportivo."
Puntodebreak.com sobre la disputa por el "GOAT" entre Djokovic, Nadal y Federer.
Nadal gana Roland Garros por 14ª vez. Pareciera algo inevitable pero no lo es. Para el que no sepa mucho de tenis lo verá como algo normal, pero imaginen lo que será ese logro que nosotros los argentinos hicimos un documental con Vilas y Gaudio porque ambos lo ganaron... una sola vez.
Si le sumamos que Nadal cada vez es más viejo, que tiene problemas físicos graves (lesión extraña de pie), que no era favorito este año, que tuvo que ganarle a los mejores por un mal fixture, bueno, estamos ante algo sobrenatural. Digo ésto porque Borg que era la leyenda de este torneo lo ganó 6 veces y hace que ese logro enorme parezca pequeño.
Ganó su primero en el 2005 y estamos en el 2022. Se disfruta aún más porque se siente el final de su carrera pero mientras tanto ¡que felicidad señores!
El sucesor en mi fanatismo tenístico (Alcaraz) puede esperar un poco.
Las estatuas se las realiza para recordar a héroes que ya no están e inmortalizarlos para nuevas generaciones. Cuando te lo hacen en vida y en plena competencia (eso es lo más extraño), es cuando se sabe que sos una leyenda insuperable.
13 títulos (en 16 presentaciones) en uno de los dos torneos más importantes del tenis (casi como ganar un mundial de fútbol), dan razones de sobra y ameritan que se la haya realizado. Hubo cierto desdén de los franceses siempre para con Rafael (¿será porque es español o pura envidia?) y algunos critican que la estatua no lo representa o que quizá, es un signo de mal agüero para el inminente comienzo este fin de semana del torneo.
Para los "nadalistas" como yo es un placer ver que él se vea reflejado en una estatua de tres metros de alto, que estará en la entrada de su torneo favorito para siempre.
La idea tiene unos tres años y se había filtrado una foto que se decía era el proyecto original -que me gustaba algo más- pero el nuevo creado con Nadal "en el aire" y como un hombre de acero, no está nada mal.