Muchos goles en contra, táctica nula entre y mas razones que no tengo ganas de señalar para no aburrir y un Messi que repite lo de siempre, una abulia constante cuando le toca ser el líder y la voz de mando. Le pesa, se nota. Con la del Barsa es Superman, la celeste y blanca sería su kryptonita que lo debilita.
Ya sé, no voy a repetir por milésima vez que Maradona hay uno solo...
También sería falso decir que lo sufrí. Incluso diría que estoy muy lejos de eso. No quiero que el exitismo del fútbol tape la realidad que estamos viviendo como país donde tenemos un presidente nefasto que es lo peor que nos podría haber pasado. Todo tiene que ver con la política y tenemos que convivir con ésta realidad, no ocultarla con nada. Basta de alegrías fáciles y débiles, efímeras. Este gobierno duele, ofende, enoja.
Sampaoli, Macri: váyanse ya...
El que vea el fútbol o lo sienta de forma romántica lo puedo aceptar, solo si es alguien joven. Muy joven. Sino hay que madurar de una vez y entender que ésto es un negocio como todo espectáculo que se precie de tal.
Como decía el siempre genial Woody Allen cuando le preguntaban por qué trabajaba con tan poco presupuesto, contestaba que el cine era como decía el refrán el "negocio del espectáculo" ,sino seria el "espectáculo del espectáculo" jaja.
Lo único que me llevo de éste mundial es una foto. Me permito ser un adolescente por un momento y disfrutar con la imagen irreal del gordo, del mal ejemplo, del borracho y drogadicto, del zurdo de pie y de mente, del ostentador y violento, del papelonero Diego, sí, el barrilete cósmico que sin jugar y con su sola presencia celestial -por el haz de luz que nos muestra la imagen pareciera que Dios observa a D10s- fue igual por lejos la figura argentina del mundial...