lunes, 16 de octubre de 2006

PIXIES


      La rabiosa calma de un acorde

          Nada tienen de esos adorables duendecillos de los cuales toman el nombre. La música de Los Pixies más bien invocan a satán, pero tampoco exageremos.  Ellos son Black Francis (antes Frank Black) cantante, compositor, guitarrista y líder actual de Frank Black and the Catholics.

Kim Deal, bajista vocalista y compositora. En la actualidad es la cara visible de The Breeders. Joey Santiago en la guitarra principal. Líder junto a su esposa de The Martinis. Y David Lovering en la certera bateria.

        La fábula comienza a fines del 85'. Los compañeros de secundario Jack Thompson (nombre original de Black) y Santiago, publicaban un aviso en el diario pidiendo bajista. Kimberly Deal contesta trajéndose consigo también al batero, amigo de su esposo. La química inicial era potente. Duran Duran dominaba los charts en julio del 86, durante los primeros ensayos. Gary Smith los descubre y los lleva a grabar un demo de 16 temas llamado The purple tape.

          La compañía elegida decide grabar un ep con 8 de esos temas en octubre del 87 (Come on pilgrim), que comienza llamando la atención por la crudeza de música y letra, un estilo impensado en ese momento, producto de la mezcla de influencias: The Kinks, The Stooges, Husker Du y The Beatles. El sonido es solemne y caótico de a ratos. Los Pixies eran ya mismo, la gran banda nueva...

        La adolescencia pasada en Puerto Rico por el cantante Black Francis está tan presentre en la música de Los Pixies tanto como la influencia de la iglesia pentecostal. En el primer opus, Surfer rosa (1988) -para los críticos el mejor disco de todos- se mezcla su infancia (el spanglish), con profundas letras religiosas en una combinación tóxica, llena de guitarras chirriantes que se convertirían en marca de fábrica.

Producción del después famoso Steve Albini, que acierta al resaltar las guitarras. Bah, toda la lenta progresión de acordes son meras excusas para acompañar las letras gritadas. Letras anti-sexys, quejumbrosas, que contrastan con las alegres y potentes giras, que determinan el mejor momento como grupo de la banda por lejos.

        Doolitle (abril del 89) es el álbum mas trabajado -su nombre se debe el doctor que habla con los animales (¿?)- siguiendo con las citas religiosas (Sansón y Dalila) y una extraña portada, en la que se mezclan el diablo, monos santos y una extraña numerología hebrea, todas alucinaciones de Francis, que seguía acaparando la parte compositiva (motivo de futuros enojos).

          Se acrecienta la rabiosa explosion, característica de su música, mezclado con letras haciendo referencia a vampiros alucinógenos, la conocida latinidad, influencias de sus ídolos del momento -Nick Cave y REM- y fuertes menciones al surrealismo -Debaser- del cinéfilo Francis, que quedó encantado con El Perro Andaluz (film de Buñuel y Dalí que contiene la igualmente famosa escena del ojo rebanado por una navaja). El productor Jim Norton logra un equilibrio y cohesiones tales, que lo convierten de aquí en más en casi indispensable, como una especie de quinto Pixie. A Francis se le sube el ego y el estrellato a la cabeza -están en su mejor momento- afectando a Kim por ello, que se siente siempre relegada y contenida en su faz creativa, comenzando aquí el principio del fin. Monkey Gone to Heaven es su primer gran hit.

           En ésta última gira -7 meses- ya ni comparten las habitaciones de los hoteles, tomándose vacaciones después de una extensa gira presentando Doolitle. Kim Deal forma con su hermana The Breeders, como para poder soltar todas sus composiciones y graban Pod (1990), una especie de The Bangles demoníacas, con un cover de Los Beatles incluído que fue bien recibido por la crítica.

Luego de esto y algunos planteos, Francis Black no quería verla ni en figuritas, solo hicieron las pases luego de extensas charlas, el pedido de los otros componentes y de los abogados de por medio. En agosto del 90 sale Bossanova, que lejos está de ser un disco fallido por la situación y los ánimos de la banda, y se constituye en un punto alto de su obra. Grabado casi de forma separada (recordando a Los Beatles de El álbum blanco) y por ello unas canciones menos elaboradas, sin interacción pero si se quiere más carnales, más emocionantes.

Canciones mas simples y relaciones mas tensas, con puntos altos en Cecilia Ann, Rock music (precursor del Tourette de Nirvana), Allison y All over the world, todos con la intensidad condensada que permiten los escasos dos minutos de duración promedio.  Para los puristas solo un disco de transición, pero extraño, "redondo" y encantador. El video de Allison, los muestra en una cancha de fútbol dispersos en el campo, casi una analogía de ese momento particular. Teloneros en esta gira de David Bowie, por propio pedido de éste.

Luego de más de un año y a pesar del malestar, sale en septiembre del 91 Trompe le monde ("engañar al mundo" en francés). Mas rudo y agudo, más clásico si se quiere, con menos coros femeninos y con la novedad de los primeros teclados en su música.

        Con cover de los Jesus and Mary Chain (Get on) incluído, y con un tema que se recorta del resto: U-Mass. Viajes en el tiempo y aliens, son la galería de este disco flojo, con menos vuelo, acostumbrados ya al elevado nivel y calidad que mantenía la banda disco a disco. Fría recepción por parte de los fans, acelerando el descontento entre ellos, que después de ser teloneros de la gira Zoo tour de U2, se separan casi sin despedirse, sin saber que no se verian por un largo tiempo...



     QUIEBRE

         En 1991 Nevermind cambia la escena del rock, convirtiéndose en el disco mas importante de los ultimos tiempos, parodiando incluso a los propios Pixies, en su reconocible estilo de calma/furia que hizo gala Kurt Cobain (fan confeso de la banda como también lo dijeran en su momento Bono, Bowie y Tom Yorke, por nombrar solo algunos).

Francis decide abandonar la banda mediante ...¡un fax! reenviado a su manager y todos los integrantes. Falta de quimica, cansancio mental, fueron los motivos que no sorprendieron a nadie. Luego saca su primer disco solista con la colaboración de Joey Santiago.Kim hace lo propio con el segundo disco de The Breeders (Last Splash, 1993) que se convierte en un increíble éxito, vendiendo más que toda la discografía junta de Los Pixies.

Luego, durante el comienzo de esta década, vendrian la inevitable andanada de bootlegs, rarezas y discos oficiales que explotaban los retazos de la extinta banda. En el 98 sale Pixies at the bbc -un excelente show en la tv londinense-, los extraños y bellos B-sides (con una versión trash de Honey Pie de Los Beatles, una influencia siempre presente) y el grandes éxitos llamado Wawe of mutilation (foto), son las mejores muestras comerciales.

Inclusive se edita en el 2002 The Purple tape. Se intercalaron ellos con los varios trabajos por separado de cada uno. Discos solistas y el nuevo álbum -esta vez ignorado- de The Breeders. El 2004 fue el año del
reencuentro.

Sin declaraciones a la prensa, shows en pubs abarrotados de Boston, gira en toda europa -que llegara hasta Brasil-, todo una excusa para lanzar un cd y dvd en vivo con dos temas nuevos, uno de Kim Deal y un cover de Warren Sevon (bah, todo para sacar un poco de dinero en verdad, ya que ningún disco solista se los dió).


     LEGADO

         Sus temas fluctuaron en todas las direcciones posibles: pop luminoso (Here comes your man, Allison, Ana) locuras, insania (Rock Music, Planet of sound, Vamos, The Sad Punk), incesto, (Holiday song) sexo y ciencia ficcion (Is she Weird), extraterrestres (Motorway to Rossvelt), mutilaciones (Cactus), suicidio (Dead), muñecas de trapo (Velouria), y hasta un tema perfecto (Where is my mind?); lo que los hace impredecibles y a la vez, extremadamente insondables. Igualmente, cada fan podría armar una lista diferente de grandes éxitos.

        Pero hay algo en que en verdad son insuperables: tienen las mejores tapas del rock & roll, por lejos. Donde el arte es uniforme -y a la vez deforme- debido todo al ser realizados por el mismo equipo desde siempre, hasta en los discos ajenos de The Breeders.

        Su influencia en la música actual es infinita, como una sombra que todo lo cubre e inclusive más grande que cuando existían como grupo. Una bisagra entre el under de finales de los 80's y el rock alternativo de los 90's. Y todo con solo cinco discos oficiales.

         Las desgarradoras voces, que se pueden tornar en un segundo en dulces, sus guitarras cortantes y sus frenos en seco, son el legado de una banda que adelantaba unos años. Ahora uno entiende, luego de conocer a fondo a los Pixies, del por qué nos gusto tanto hace poco tiempo, una banda llamada Nirvana...





        "Cuando escuché a los Pixies por primera vez, sentí una conexión tan fuerte con ellos que pensé que yo tendría que haber sido parte de esa banda."
        Kurt Cobain, entrevista Rolling Stone, 1993


viernes, 6 de octubre de 2006

DAVID BOWIE - Tin Machine


La aceitada máquina de lata

          Señores, a finales de los ochenta volvió el profeta. Como casi siempre, David nos preanuncia lo que luego vendría. Primer disco "grunge" de los 90'. Cansado de la década que daba sus últimos coletazos y en la cual perdió el rumbo y credibilidad varias veces, se esconde detrás de una gran banda. Pero la supuesta invisibilidad, es imposible por el propio espesor de llamarse Bowie.

     Alegrías y tristezas de la etapa Tin Machine


          Su etapa artística más difícil de comentar por sus características. Tin Machine no tiene medias tintas: o se lo ama o se lo odia. Casi como con ningún disco de Bowie -a excepción del dúo noventoso Outside/Earthling-, ningún álbum fue tan radical como éste.

         Una patada mortal a todo lo preconcebido con su estilo., por primera vez Bowie era la cuarta parte de una banda compuesta por un guitarrista anónimo -casi desconocido- y un par de hermanos particulares: adictos e irresponsables. Todo ello dividió a sus seguidores y a la crítica. David había perdido su liderazgo artístico a manos de Prince durante los últimos coletazos de la década. Pero con Tin Machine da un golpe de timón para colocarse delante de todos.


         Abrió las puertas a la popularidad a Pixies, Living Colour y  Sonic Youth, bandas con un predominio de guitarras ruidosas que en ese momento se consideraban pasadas de moda por el avance del house/techno/rave, puntales de la cultura dance de los finales de los ochenta. Todos señalan a Nirvana como los precursores de este movimiento (con razón por estar en el momento justo).

         Pero Tin Machine un par de años antes de todo esto fueron, como mínimo, incomprendidos. El sonido y la actitud era de banda de garage: ruidosa, visceral y extremadamente talentosa en todas sus partes. Los hermanos Tony y Hunt Sales,fueron responsables de las bases y el esqueleto del gran Just for life de Iggy Pop; impuntuales y caóticos, son la elección perfecta para esto por sus habilidades.


              Reeves Gabrels es un guitarrista líder experimentador a la manera de un guitar hero, amigo y colaborador de David de ahora en más y por mucho tiempo. Resulta curioso que lo haya conocido casi por casualidad, al ser el esposo de su jefa de prensa de la gira Glass Spider, siendo amigos durante un tiempo sin saber Bowie de que era un excelente guitarrista.

        Reeves logró convencerlo de que tenía que volver a las raíces del rock auténtico, a pesar de nunca ser Bowie encasillado en ese estilo. David volvía a crear un nuevo personaje en su interminable lista.


          Esta vez los videos dejaban de ser estilísticos y vacíos como los hechos durante esta década fashion. Solo tomas en directo de shows o simulacros coreografiados mínimamente. Otro rasgo de originalidad ya usado en la historia del rock es el look de la banda: trajes clásicos oscuros para contraste con el estilo musical barroco y sucio.


     TIN % 3

          La experiencia Tin Machine está dividida en tres etapas: el primer disco en 1989 llamado homónimamente, Tin Machine II (con la misma falta de ideas que su título) y Oh, Baby live de 1992, un recorrido en vivo de los dos discos anteriores con escaso mérito.

          La crítica y el público recibieron bastante bien este cambio del duque blanco debido a la "flojedad" de sus discos anteriores en ese tiempo. Alabaron el primer disco por su fuerza y vuelta al rock, no tanto el segundo e ignoraron el tercero. A mi me parece justo. Entremos en detalles...





TIN MACHINE (1989)


          Lo primero que resalta es la espontaneidad. Apariencia verdadera al ser grabado casi en primera toma, con el espíritu de un power/ensayo. La fuerza pareciera estar desatada de forma
circular y calculada en todo el disco. Encima de todo -hasta de la voz-  una batería cruda e imprevisible, haciendo que los temas culminen casi siempre sin un final previsto -nada de fade out aquí- siendo desprolija y bellamente pura.

         El viejo Bowie se deja ver en la claustrofóbica I can't reed, un gran tema opresivo y meditabundo que no desentonaría en su vieja época berlinesa, tanto como las melódicas y profundas Prisioner of love y Amazing. Tres grandes canciones como no encontramos en los últimos intentos solistas del duque.

         La letra de Under the God -enfrentamiento a los gritos con un neonazi- junto a la de Crack city -abiertamente contra las drogas-, parecen disculpas políticas por sus preferencias pasadas bajo el influjo nefasto de la cocaína durante los setenta. El único cover es una versión contenida y bella de Working class hero del gran John Lennon, que a decir de Bowie si él la hubiera escuchado "le hubiese gustado mucho". La que desentona por su chatura es Bus stop, una canción sosa e inconsistente por donde se la mire.

         La síntesis perfecta del álbum la da Pretty Thing: rítmico, suciamente desprolijo, caótico, entrecortado y a todas luces irresistible. Un bloque sólido con una batería desatada e inspirada y una línea de guitarra repetitiva de Gabrels, que no solo no cansa si no que es de muy buen gusto. Baby can dance es un digno cierre para un gran álbum de Bowie.

          Como anécdota este álbum es el quinto mejor vendido de su basta carrera, no es un dato menor, sabiendo que el primer lugar se lo lleva el hiper taquillero y desvalorado Let's dance.


TIN MACHINE II (1991)


          Aquí se perdió todo rastro de originalidad y rebeldía. Como si el modelo se hubiese agotado en un solo disco, Tin Machine 2 peca de inconsistente y trivial, más si consideramos que las bandas del mismo estilo en ese momento (Pixies, Living Colour, Nirvana, Sonic Youth), habían explotado con excelentes discos.

          La antes ruda y desaseada banda de garage, trocó en una banda mas bien fashion, con camperas de cuero de marca y a medida junto a los ahora video clips "cool" al tono. Se perdió con ello buena parte de la agresividad y atrevimiento original. Una verdadera pena.
El sonido sí es más prolijo y menos caótico, con especial cuidado en el tratamiento y la forma de las canciones. El productor sigue siendo Tim Palmer con vía libre para lograr el sonido que propuso (y no pudo lograr) en el primer disco.

         One shot el primer sencillo, tiene la fuerza necesaria y potencial de hit lástima que no se mantuviera ese mismo nivel en un disco desparejo.


         Lo poco destacable pasa por el cabaretero Stateside, un blues yanki deforme y cantado (en verdad muy bien), por el batería Hunt Sales. También el otro tema que interpreta (la etérea Sorry) se lleva las palmas teniendo un brillo y delicadeza inusual en esta banda. Algo parecido a si cruzáramos Pink Floyd con los PixiesYou belong in rock n' roll bien podría ser un sencillo del híbrido Never let me down. Por el contrario, Baby universal, Amlapura y A big hurt ni merecen figurar en un disco con la firma de Bowie.

         Betty wrong, You can't talk y Shopping for girls levantan la puntería sin ser ninguno de ellos ninguna joya del rock. Es decir, Tin Machine II está logrado en un 50% a lo sumo. Demasiado poco para una figura de su talla, el proyecto de había acabado aunque quedaba un disco más.
 

          Pero de Oh vey, baby (juego de palabras tomando al exitoso Anchtung baby de U2), poco más se puede decir. Risueñamente al guitarista Reeves Gabrels le parece el mejor disco de Tin Machine...




          Manto final y lento a esta extraña etapa del duque blanco, con éxitos y sinsabores en forma pareja, aunque con saldo final positivo a mi ver tan solo por el primer y gran álbum de esta auténtica máquina  lustrosa de lata.


     TIN MACHINE SUBLIME EN ARSENIO HALL ~ HEAVENS IN HERE '91




CHAPLIN City Lights 1931







          Si pudiera mirar una película de Chaplin una y otra vez para el resto de mi vida, esa sería Luces de la Ciudad. Fue el mayor riesgo corrido en toda su obra y poco después, el mayor triunfo obtenido. El riesgo derivaba de hacer un film mudo (A Comedy Romance in Pantomime como proclaman los títulos de crédito), cuando el cine se había volcado ya al sonido.

          El triunfo fue atravesar esa barrera y conseguir la aclamación del público y critica e inscribir al film entre las grandes obras cinematográficas del siglo.
De todas sus películas (con la posible excepción de Tiempos Modernos), Luces de la Ciudad ofrece la caracterización más completa del vagabundo. Sin familia, sin amigos o un lugar donde vivir, está parado fuera de nuestra realidad, a veces intentando entrar y a veces sin importarle la marginalidad. Como un niño, con un puro e inocente corazón y con los mejores motivos, se ofrece a la vida y a sus consecuencias.



     El difícil arte de ser un genio
        El amor no es fácil de reflejar ni de explicar, pues todos tenemos una concepción diferente del mismo, pero en esta película se habla más de él que en muchas investigaciones realizadas sobre el tema. Emocionalmente aflora sentimientos del amor más puro. Ves qué siente por la chica y qué está dispuesto a hacer por ella. Si la heroína no puedo verlo, puede sentir ese amor y eso es lo maravilloso de la cinta, la sencillez y la simpleza con la que plasma el sentir de los protagonistas, sin necesidad de ninguna palabra. Como lo expone Chaplin siempre tuvo el problema de que las intérpretes femeninas de sus films aparezcan interesadas hacia un vagabundo, hecho que no parecía lógico.

        El modo en que lo soluciona, es llevando a su personaje por diferentes caminos hasta lograr su cometido; por ejemplo, en La Quimera del Oro (The Gold Rush 1925) la protagonista no se enamora de Charlot en el momento de conocerlo, sino que es un largo transitar de burla, lástima y compasión para derivar en algo parecido al amor.

        Frente a este dilema, en Luces de la Ciudad ideó que la florista fuera ciega y creyera ser ayudada por un caballero elegante, confusión que se aclara dramáticamente al final. También agrega un dato esencial para ese desenlace y es el del millonario, que cuando esta ebrio es gentil y amable y lo considera un igual, pero al abstenerse lo desprecia y lo aparta.
Sin embargo, ¿cómo lograr que una ciega confunda a su benefactor con un millonario? El sonido de la puerta del auto y el arranque. Son los que resuenan a riqueza y hacen el truco. En esta instancia la pista de sonido hubiera ayudado, pero él y Cherrill, deben transmitir la confusión de ella y el entendimiento de él, de lo que sucedió, con un pensamiento mímico.

         Fácil de decir pero difícil de interpretar, ya que la cinta tenía música y palabras incoherentes, pero era esencialmente un film mudo. Esta escena era la más importante y de ella dependía toda la magia de la película. Así pasaron semana tras semana, repitiendo una y otra vez la misma escena (342 veces para ser exactos).



Como hacer comedias y no morir en el intento
         Las expectativas de la comedia muda no eran fáciles de satisfacer, especialmente para Chaplin. A diferencia de sus rivales, Keaton y Lloyd, él hacia todo. Nunca tuvo guionistas que lo ayudarán a describir su forma de ver al humor en sus historias, construía sus rutinas desde sus pies hasta su cabeza y las ensayaba incontables veces. Luego de toma tras toma las extendía y las simplificaba a su gusto. Dirigía a los actores interpretando todos los papeles, de forma que el fue la florista ciega, el millonario y hasta al niño vendedor de periódicos.

          Hasta el colmo llevó su perfeccionismo que llegó a despedir a Virginia Cherrill por no comprender la escena de la flor y pensó en rodar todo de nuevo con Georgia Hale, pero comprendió que su primera opción era la correcta, por lo que volvió a contratarla. También el actor que un primer lugar haría de millonario, fue despedido porque al final de un agotador día de trabajo y un fuerte resfriado, se negaba a tirarse de nuevo al agua fría.

        De vez en cuando mostraba a los visitantes del set las escenas que había terminado de rodar, para indagar si era comprensible como el quería que fuera “comprensible” lo que estaba allí plasmado. En los largometrajes no se puede hacer solo comedia, se termina por aburrir al espectador. Para poder perfeccionar sus films de comedias, Chaplin incorpora romance, sentimentalismo (a veces en demasía) y algo de tragedia. Juega con la sensiblería y hace que te sientas profundamente sentimental.

         De esa mezcla se sustenta Luces de la Ciudad, por ejemplo, la presentación del vagabundo roncando con indiferencia sobre la estatua fue una de las mejores entradas cómicas de sus films, el encuentro con la florista en la puerta de la mansión y la despedida en las escaleras de su casa, esta lleno de ternura, y así a través de toda la historia, vamos desfilando por toda clase de emociones.

Los sonidos del silencio
          También la música juega un papel esencial en esta fábula de amor. Si bien, hay quienes dicen que las composiciones musicales de Chaplin son terriblemente cursi y pasadas de moda (de hecho la mayoría lo eran), se adaptan prodigiosamente a cada historia, realzando en detalle cada escena. De la música se sujeta de por si, toda la escena final.

         En toda la película La Violetera nos va guiando en cada uno de los encuentros entre nuestro héroe y su amada, pero es al final donde la escuchamos más compasada, remarcando el sentido trágico del momento, para enmarcar perfectamente esa hermosa composición de imágenes como una de las conclusiones más perfectas en la historia del cine.Ya que ni con todas las palabras del mundo (sea cual fuere el idioma) se puede describir.

         No caeré en la simplicidad de describir ese tramo del film, porque debo dejar que cada uno juzgue con su propio criterio. En una época cuando las películas de superproducción confunden "más grande" y "más ruidoso" con "mejor", creo que es necesario volver a esas "silenciosas" que son fuente de gran placer y deleite. Y si además vienen con el sello de un genio... se convierten doblemente en indispensables. Por Gabriela Sculco



“…Con multitudes expectantes, se estrenó anoche Luces de la Ciudad. La primera película de Chaplin en dos años demostró que el silencio todavía es valioso. Luces de la Ciudad es una película muda, lo cual constituye un acierto porque si hubiera sido hablada, las risas y los aplausos del público habrían ahogado las palabras…”
Rose Pelswick
, New Cork Evening Journal

miércoles, 4 de octubre de 2006

CUMPLEAÑOS DE BUSTER KEATON

           Un 4 de Octubre nacía Buster Keaton, el que puedo considerar el más grande de todos los actores (quiza junto a Chaplin). Buster sigue vivo en el rostro y los gestos de Bill Murray. En el recuerdo de Jackie Chan y Johnny Deep. En las películas y gags de Stephen Chow.

         Con los años su fama se acrecentó con los ciclos de cine o con nuevos textos. La justicia es lenta pero llega.
Aquí un pequeño homenaje con los dichos de personalidades afines a su arte y que hablan de su grandeza. ¡Feliz cumple monstruo!





          Keaton está por encima de toda alabanza... un artista grande, muy grande. Y uno de los hombres más bellos que jamás he visto en la pantalla. También era un magnífico director. En un último análisis, no hay nadie que se le acerque.
Orson Welles (Ciudadano Welles, conversaciones con Peter Bogdanovich)



          Él (Chaplin) va al cine rara vez. No quiere que se le mencione a los otros cómicos que competían con él en sus años de gloria. Muy en especial a Buster Keaton. No lo podía soportar... porque lo consideraba su mejor  adversario."
Geraldine Chaplin, "Chaplin" 1977



          Charles Chaplin es uno de los dioses más seguros de la mitología de nuestro tiempo. Como cineasta, una porquería. (...) Siempre quiso ocupar el centro de la escena. Solo a él hay que tenerle lástima. (...) En cambio, Buster Keaton era un caballero. Sus cintas eran más lindas que las de Chaplin. Keaton era más simpático que Chaplin... 
Jorge Luis Borges (Borges y el cine, 1974)



          Keaton es el mejor cineasta de la historia del cine, aunque suene exagerado. Nadie como él utiliza el cine, porque lo hace con todo su cuerpo y no solamente con los ojos. ... Buster Keaton es elegante: nunca cae en el sentimentalismo ni esconde los sentimientos. Buster es audaz, no solo en la acrobacia, sino también en su lucha denodada contra un mundo que parece rechazarlo: Buster es un héroe. Por último, es generoso: las películas de Buster Keaton son un garantido reservorio de placer en forma de risa. Buster Keaton es el cameraman de nuestros sueños."
Leonardo M. D'Esposito, El Amante (2001)




          En cada escuela latinoamericana debería haber una gran foto de Buster Keaton y en las fiestas patrias el director pasaría películas de Chaplin y de Keaton para fomento de futuros cronopios.
Julio Cortázar (De La vuelta al día en ochenta mundos, 1967)



              Buster estaba rodando magníficamente. Era profesional, paciente, imperturbable, relajado, fácil de abordar, servicial. Ni siquiera mencionó 1927 ese día. Tampoco sonrió, pero después de todo, él sonreía rara vez fuera o dentro de la pantalla. Finalmente llegué ese primer día a casa agotado, más delgado, seis años más viejo pero feliz por la marcha del film. Y radiante por haber elegido y conseguido a Buster.
Alan Schneider, director de Film, última obra de Keaton (1966)




lunes, 2 de octubre de 2006

GRICEL



La mejor foto que creé en mi vida...
Lo mejor que creé en mi vida...
Lo mejor en mi vida...
Lo mejor...

Mi vida...

Cuento sobre BUSTER KEATON




          Salía por regla general Keaton padre vestido de distinguido mayordomo y su sketch consistía en adecenar un comedor rompiendo la mayor cantidad de jarrones y floreros. Pero lo gracioso de la historia comenzaba cuando barría los cristales valiéndose de Keaton hijo, transformado en niño escobillón.

          Keaton hijo se llamaba Buster Keaton, tenía cuatro años, llevaba puesta una peluca en forma de felpudo y sabía comportarse con la dignidad de un palo. Al final el padre lo arrojaba al rincón de los plumeros y Buster, lo tirara como lo tirara, inevitablemente caía parado.

          A los cuatro años barría el escenario boca abajo y a los treinta subido a una locomotora en plena Guerra de Secesión, hizo una película -El maquinista de la General- que lo incluiría para siempre en las enciclopedias de cine y en el palco avant-scene de tu corazón. Trepado a la locomotora de su vida,

          Keaton, iba y venía en plena guerra sin tener la menor idea de lo que hacía, pero con un objetivo entre ceja y ceja: ganar el amor de una mujer que se llamaba Annabella.




          Poco tiempo después, con la llegada del sonido, Keaton solo pudo sobrevivir en base a whisky y circo. Al cumplirse 100 años de su nacimiento -en Pickway, EEUU- cursás un pedido formal a Ferrocarriles Argentinos para que durante 24 horas vuelva a poner algún tren en movimiento.


          Como no obtenés respuesta te dirigís resueltamente a lo que queda del Mitre, y en el cristal más percudido que encontrás, dibujás con el dedo un corazón y en el medio escribís el nombre de Annabella.


Por Daniel Salzano.
Relato extraído de Los días contados (1996)



QUEEN - The Game 1980


          Que difícil hablar de esta banda y disco cuando son un referente ineludible de mi infancia. The Game es el primer casete en "gastar" literalmente con repetidas escuchas. Desde ese punto, la calificación es un rotundo 10 pero uno reconoce que es el álbum con el que comienza el verdadero desbarranco estilístico de Queen, fundamento de los viejos fans, refutado con la misma fuerza por los nuevos creados en los ochenta.

          Perdiendo la mística de sus anteriores trabajos y con la novedad –herejía!- de incluir los primeros sintetizadores en el sonido de la banda. A fin de cuentas, otro de los grandes discos de La Reina.

         El buen momento de la banda se percibe en este principio de década con su actividad con un discazo doble en vivo como lo fue Live Killers, con popularidad en alza en giras propias y ajenas -Live Aid- y con trabajo encargado para la banda de sonido de la futura película Flash Gordon.



          En The Game se acercan al rock clásico yanki, alejados ya del sonido Zeppelinezco con vetas operísticas de los comienzos. Vestimenta y camperas de cuero de los teddy-boys motoqueros de fines de los cincuenta, temas que no sobrepasan los 4 minutos, rockitos en forma de golpes directos y efectivos. El primer video con todo ello fue Crazy Little Thing Called Love que causó furor en su momento.

          Otra de las sorpresas es el big hit que creara el tímido Deacon llamado Another one bites the dust, con una gran línea de bajo y que sonara en Argentina hasta en grandes valores del tango. Need your loving tonight es una muestra de lo que todos querrían lograr hoy para construir una gema pop: redonda, breve y radial -menos de 3 minutos-, con el suficiente gancho en el riff y diversidad de estilo como para gustar a escuchas de todos los géneros.

          Dragon Attack permite con los solos incluidos, ver lo que son capaces de pelar individualmente sobresaliendo como siempre el sonido característico de la guitarra del luthier Brian May (dejando de lado la inigualable hasta hoy en día voz de Freddie Mercury).

          Este disco los traería un año después de gira por Argentina, convirtiéndose en el primer super grupo en hacerlo pese al gobierno militar nefasto, tema que les traería tantas críticas a la banda en el reino unido por su displicencia política. Un momento en que tener bajo el brazo un disco de Kiss y otro de Queen era una declaración de principios y de rivalidad, creo inédita en otra parte del mundo. Visto hoy, Queen fue enorme en Argentina.

          Sail Away sweet sister y Save Me son esas baladas clásicas, marca de fábrica que inauguran el camino que luego muchas bandas de hard rock de los ochenta quisieron seguir, a veces sin buenos resultados.

          The Game es un disco con sentimiento y fuerza, con un vocalista prodigioso, una guitarra rock bien al frente y un tándem de bajo/batería preciso e indestructible. Esta es una descripción bastante acertada de lo que era Queen y de la importancia de su música en ese mismo momento.




"Lo que ocurrió con la prensa y nosotros fue básicamente que a ellos no les gustó lo que representábamos. Dicen que nos comercializamos demasiado, pero la sencilla verdad es que ahora vendemos mayor cantidad de discos. Eso es todo. Nada a cambiado en nuestro estilo."
Brian May , 1979