Hasta el infinito y mas allá, Sr. Spock

         El fallecimiento de Leonard Nimoy, el señor Spock, me toma de sorpresa como toda muerte de un ser querido. Aunque no lo sabía enfermo y tenía 83 años (gravedad en los pulmones por el cigarrillo que dejó hace 30 años, como el caso de Spinetta), uno no espera la lógica de la muerte. 

            Hasta ayer estaba fusionado con su creación orejuda (que en momentos pasados incluso renegara de ella), actuó feliz en cameos en la últimas dos películas de Star Trek. Porque aunque no haya sido una idea propia, él le puso sus características, su andar, sus gestos, su gravedad de actor de teatro y hasta es suyo el detalle del saludo de la mano con los dedos juntos.

          Hasta nos dio razones de ese sinsentido: “Mi trabajo era lograr que fuese creíble. Spock es un personaje muy interesante, inusual, muy inteligente. Pienso que a la gente le gusta su inteligencia. También tiene sentido del humor, es extremadamente fiable, útil en toda crisis, alguien capaz de resolver problemas y sobre todo, un buen amigo de los humanos”.

          Ya hablé sobre su trabajo y su versatilidad artística en una entrada cariñosa de hace más de un año. Les vuelvo a dejar el video que realizó para una canción de Bruno Mars donde demuestra su sentido del humor. El capitán Kirk ahora se quedó un poco más solo y nosotros los trekkies, también.